El gobierno cubano mantiene congeladas autorizaciones para cuatro mil nuevas empresas privadas

Redacción de CubitaNOW ~ martes 13 de diciembre de 2022

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En un repentino cambio de señales, el gobierno cubano ha frenado el ritmo de creación de pequeñas y medianas empresas privadas, ralentizado la autorización para miles de nuevas compañías y eliminando exenciones fiscales que ayudaban al crecimiento del sector independiente, denunció ayer en La Habana el empresario y analista económico Oniel Díaz Castellanos.

“Sin credibilidad, sin estabilidad, sin confianza en las regulaciones y la manera en que estas se aplican, en las instituciones, no va a avanzar el país. No se va a atraer inversiones, no se va a fomentar un tejido empresarial potente, que es el que necesita Cuba para salir adelante (…) de la gran crisis en que se encuentra”, dijo Díaz en una directa a través de Facebook.


El emprendedor enumeró una lista de crecientes obstáculos para la reglamentación y el desarrollo del nuevo sector independiente y se quejó con amargura de las sospechas “en el debate público” que pretenden señalar a los propietarios de estas empresas como millonarios.

“Hay que demostrar que hay gente haciendo mucho dinero. Eso es un mito. Ninguno de nosotros somos Amazon ni Tesla. Yo no soy Elon Musk, ni soy Carlos Slim (billonario mexicano, uno de los hombres más ricos del mundo)”, sostuvo.

Según Díaz, la primera “señal de alarma” para las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas privadas con hasta 100 empleados) llegó con la desaceleración del proceso de autorización gubernamental. Ahora mismo hay unas cuatro mil solicitudes prácticamente en el limbo. Ni una sola de estas peticiones recibió el visto bueno en las últimas dos semanas, cuando hasta hace poco el ritmo de aprobación era de 100 semanales.

“Había un ritmo estable, constante, de aprobación de mipymes porque, aunque hubiera atrasos, la intención era de aprobar (las solicitudes de nuevas empresas). Eso ahora se ha roto por este impasse de dos semanas”, dijo.

“Cualquier demora, cualquier cambio injustificado en una regulación, en las condiciones de partida que se dijo se iba a garantizar a estos actores, lo único que hace, y es sumamente grave, es comprometer la credibilidad de la política económica del país y de las instituciones que la aplican, y eso no es un elemento de menor gravedad”, agregó.

Al congelamiento de las solicitudes, se suman también otros obstáculos crecientes. Por un lado, los reguladores estatales están frenando a las mipymes que tienen como actividad principal la “comercialización”. Por el otro, han comenzado a cuestionar directamente los planes de negocios de los aspirantes a empresarios, una práctica que retarda todavía más un procedimiento que inicialmente estaba concebido para un permiso online express, con escasos márgenes de discrecionalidad. El gobierno también está revisando los proyectos de mipymes que “abarcan” muchas actividades económicas. 

“Todo esto es contrario a la ley, se está negando el Decreto Ley de las mipymes, se niegan muchas de las cosas contenidas en la gaceta oficial 94 del 2021”, lamentó Díaz, quien es dueño de la firma de consultoría Auge. “Apenas ha transcurrido un poco más de un año cuando ya empiezan los titubeos”.

Para el economista, otra de las señales oscuras en el horizonte de las mipymes se verificó justo ayer, cuando la Asamblea Nacional del Poder Popular decidió suprimir de un plumazo el régimen de exenciones tributarias que buscaba allanar el camino al sector empresarial independiente. La medida, incluida en la Ley de Presupuesto para el 2023, eliminó la excepción fiscal de pago de impuestos de un año para las mipymes nuevas y de seis meses para las derivadas de negocios existentes.

“Usted tenía la tranquilidad de ese periodo de exención de impuestos por si se cometían errores contables en el proceso de aprendizaje o para una rápida inversión de utilidades no grabadas para conseguir un crecimiento mas rápido”, explicó. “Ahora ese mecanismo de apoyo, de protección, ese incentivo, ha desaparecido”.

“¿Qué pasa con el que, sabiendo que al fin había un marco regulatorio estable y un compromiso definido (…) trabajó para crear condiciones, invirtió su sudor y su dinero. ¿Ha sido todo por gusto?”, se quejó

En su detallada explicación en Facebook, Díaz comparó el periodo de incertidumbre actual con lo ocurrido en el 2017, cuando una legislación estatal aplicada retroactivamente obligó a muchos trabajadores por cuenta propia a cerrar sus negocios, despedir a empleados, entregar sus licencias y perder sus ingresos. 

“Hubo personas que habían regresado a Cuba, me refiero a nuestros cubanos, a nuestros compatriotas que viven fuera del país, que trataron de aprovechar esas oportunidades, quemaron las naves y tuvieron que recogerlo todo y regresarse por el mismo camino en que vinieron”, afirmó.


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