La administración de Donald Trump ha comenzado una retirada parcial de su personal diplomático y militar en Medio Oriente, en medio de crecientes tensiones por la posibilidad de un ataque de Israel contra Irán y las amenazas de represalias iraníes contra objetivos estadounidenses.

Según informó la agencia Reuters citando fuentes oficiales, Estados Unidos está evacuando a parte del personal considerado no esencial de su embajada en Bagdad y ha autorizado la salida voluntaria de familiares de militares estacionados en la región.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, aprobó la medida que permite a dependientes de tropas desplegadas en diversas ubicaciones de Medio Oriente abandonar voluntariamente el territorio. Esta decisión fue comunicada también por el Comando Central de EE.UU., responsable de las operaciones en la zona.

La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, confirmó las evacuaciones y aseguró que el presidente Donald Trump está al tanto y supervisando personalmente la evolución de la situación. “El presidente se compromete a garantizar la seguridad de todos los ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Esta reducción de personal responde a una evaluación constante del contexto actual en la región”, declaró.

La medida llega tras declaraciones del ministro de Defensa iraní, general de brigada Aziz Nasirzadeh, quien advirtió que su país responderá militarmente si es atacado, señalando como objetivos las bases estadounidenses en Medio Oriente. Estas amenazas se dan en el marco de un nuevo aumento de tensión previo a las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, lo que ha encendido las alarmas en Washington.

Además de Irak, el Departamento de Estado autorizó la salida de empleados no esenciales y sus familias en las misiones diplomáticas en Bahrein y Kuwait, aunque sin hacer obligatoria su evacuación.

No obstante, algunas instalaciones estratégicas continúan operando con normalidad. La embajada de EE.UU. en Kuwait aseguró que su funcionamiento no ha cambiado y que el personal diplomático sigue en su totalidad. De igual forma, la base aérea de Al Udeid en Qatar, una de las más importantes de la región, tampoco ha experimentado modificaciones en su dotación.

Un funcionario de alto nivel del Departamento de Estado explicó que la medida en Irak tiene un carácter preventivo. “La situación de seguridad es dinámica y preferimos actuar con prudencia. Reducir el número de personas en riesgo es lo responsable”, indicó.

Con esta decisión, la administración Trump busca evitar poner en peligro a sus ciudadanos ante posibles ataques, en un momento especialmente delicado para las relaciones entre Estados Unidos, Irán y sus aliados en la región.

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