Un hecho sorprendente y poco común se ha producido en Gibara, Holguín: un ladrón ideó un ingenioso plan para perpetrar sus delitos, utilizando nada más y nada menos que un servicio de alquiler de motos. Yoan Gámez, el autor de este insólito crimen, convenció a un conductor de moto para que lo llevara a lo que aparentaba ser una simple visita a "amistades" en Floro Pérez, Gibara. Sin embargo, la verdadera intención era muy diferente, de acuerdo a un reporte del perfil oficialista "Cazador-Cazado".

Según las autoridades, Gámez fingió que necesitaba visitar a unos parientes, pidiéndole al conductor que lo esperara mientras él, en realidad, se dedicaba a robar en viviendas cuyos dueños no estaban presentes. Para acometer su fechoría, utilizaba herramientas como una pata de cabra, pinzas y otros utensilios especializados en actividades delictivas. Se cree que no actuaba solo, ya que la elección de las casas parecía premeditada, lo que hace sospechar que contaba con la ayuda de algún cómplice.

El plan de Gámez, sin embargo, no salió como se esperaba. Fue detenido antes de poder concretar más robos, y sus herramientas del crimen, como la pata de cabra, su casco y mochila, ahora forman parte de la evidencia en su contra. Para este ladrón, que pretendió engañar tanto al conductor de la moto como a los residentes de Gibara, las cosas se torcieron rápidamente.

La historia de este insólito robo pone de relieve hasta qué punto algunos delincuentes están dispuestos a llegar para cometer sus fechorías, utilizando métodos que no solo sorprenden, sino que también dejan una profunda sensación de vulnerabilidad en las comunidades afectadas. Las autoridades continúan las investigaciones para aclarar si hay más personas implicadas.

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