La publicación de un polémico mensaje en redes sociales por parte de Melissa Cornejo, consejera estatal del partido Morena en Jalisco, ha desencadenado una contundente respuesta diplomática desde Estados Unidos.

El hecho ocurrió en medio de las crecientes protestas contra las redadas migratorias ordenadas por la administración de Donald Trump. Cornejo compartió una imagen de un auto calcinado con una bandera mexicana y un mensaje ofensivo contra ICE, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, acompañado de una frase vulgar dirigida a las autoridades migratorias estadounidenses.

El tuit se volvió viral rápidamente, lo que provocó que Christopher Landau, subsecretario de Estado y ex embajador de EE.UU. en México, respondiera públicamente. A través de su cuenta oficial, Landau aseguró que ordenó la cancelación inmediata de la visa de Cornejo tras leer su publicación.

Posteriormente, aclaró que la mujer no poseía una visa válida, pero subrayó que las personas que promuevan la violencia y el desprecio hacia el orden público no serán bienvenidas en Estados Unidos.

Este episodio ha generado una discusión intensa en torno al poder de las redes sociales y su impacto en los procesos migratorios. Las palabras de Landau funcionaron como una advertencia que trasciende el caso puntual. El mensaje enviado por Washington enfatiza que cualquier conducta en línea que glorifique la violencia o desacredite a las instituciones puede conllevar consecuencias legales y migratorias, incluso si se trata de comentarios aparentemente satíricos o de desahogo.

La tensión se da en un contexto de fuerte respuesta estatal frente a las protestas que han estallado en varias ciudades como Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Austin, tras una nueva ola de redadas de ICE.

Aunque algunas manifestaciones han sido pacíficas, otras derivaron en enfrentamientos, detenciones y uso de la fuerza por parte de las autoridades. En respuesta, el presidente Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en varias zonas, medida cuestionada por organizaciones civiles.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, reafirmó la línea dura del gobierno, asegurando que ICE seguirá aplicando las leyes migratorias sin concesiones. En paralelo, en Florida se han intensificado las redadas, y el gobernador Ron DeSantis ha propuesto que la Guardia Nacional intervenga en procesos de deportación, lo que genera un amplio debate.

Para miles de migrantes latinoamericanos, especialmente cubanos, que enfrentan procesos prolongados para obtener una visa, este tipo de advertencias refuerza la necesidad de ser prudentes en el uso de redes sociales.

Las autoridades de EE.UU. monitorean activamente estos espacios y utilizan lo que allí se publica como criterio en sus decisiones. En tiempos de tensiones migratorias, lo digital también tiene consecuencias reales.

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