Las autoridades estadounidenses activaron protocolos de emergencia en la Base Naval de Guantánamo Bay, Cuba ante la inminente llegada de la tormenta tropical Melissa, que se ha convertido en un poderoso huracán categoría 5. La decisión incluye la evacuación parcial de zonas vulnerables y el cierre temporal de todas las instalaciones al aire libre, en un intento por reducir riesgos para el personal militar y civil que reside en la base.

El departamento de Morale, Welfare and Recreation (MWR), encargado de la recreación y bienestar de la comunidad militar, informó en un comunicado que las actividades al aire libre quedan suspendidas hasta nuevo aviso.

La medida abarca el cierre del campo de golf, la marina, las piscinas, los campos deportivos, los centros de automóviles (Auto Skills Center) y los Lyceums. Además, fueron cancelados todos los eventos sociales, incluidos el tradicional Trunk or Treat y la competencia Fitness & Figure.

A pesar de las restricciones, algunos servicios esenciales continuarán operando, como el Denich Fitness Center, el Liberty Center y los puntos de comida y bebida dentro de la base. “Nuestra prioridad es la seguridad de toda la comunidad. Estamos monitoreando constantemente la evolución del sistema y ajustaremos las medidas según sea necesario”, indicó un portavoz del MWR.

En las últimas horas, intensas lluvias y ráfagas de viento han comenzado a azotar la región oriental de Cuba, provocando inundaciones en zonas bajas de la provincia de Guantánamo. Meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) advirtieron que Melissa presenta condiciones favorables para fortalecerse rápidamente a medida que avanza sobre las cálidas aguas del Caribe.

De acuerdo con los modelos de trayectoria, el ciclón podría acercarse peligrosamente a la costa sur de Cuba entre martes y miércoles, afectando con mayor fuerza las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma.

Tanto el gobierno cubano como las autoridades estadounidenses han pedido a la población mantener la calma y seguir las indicaciones de protección civil. En Guantánamo, las lluvias ya provocan cortes eléctricos y desbordamientos de ríos, mientras que se advierte sobre posibles penetraciones del mar en áreas costeras.

Melissa podría convertirse en uno de los fenómenos meteorológicos más potentes que hayan impactado el oriente cubano en la última década.

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