Estados Unidos ha intensificado su presión sobre Nicolás Maduro en medio de un creciente despliegue militar en el Caribe, y recientemente puso sobre la mesa una opción drástica: permitirle abandonar Venezuela rumbo a Rusia u otro país que lo reciba. La propuesta fue revelada por el senador republicano Markwayne Mullin, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, quien confirmó que Washington ofreció a Maduro una vía de escape para evitar un escenario más confrontativo.

Según Mullin, la administración Trump dejó claro que la prioridad es “proteger nuestras propias costas”, pero no contempla por ahora el envío de tropas estadounidenses a territorio venezolano. Aun así, el mensaje hacia Caracas ha sido contundente: abandonar el poder es la única salida negociada que Maduro tiene disponible.

El senador afirmó que Estados Unidos “le dio la oportunidad de irse” al líder chavista, señalando incluso que podría escoger Rusia como destino final. La propuesta llega en un momento de máxima tensión, marcado por un despliegue militar estadounidense en el Caribe y una serie de operaciones contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico. Desde septiembre, Washington asegura haber neutralizado más de 80 presuntos narcotraficantes en acciones navales y aéreas.

El presidente Donald Trump ha endurecido su postura respecto a Venezuela. En declaraciones recientes, afirmó que el espacio aéreo venezolano debería considerarse “cerrado” debido a que su administración ya no percibe a ese país como “amistoso”. Además, anticipó que las acciones para frenar el narcotráfico venezolano “por tierra” podrían comenzar “muy pronto”, aunque evitó definir si eso implicaría una incursión militar formal.

Maduro, por su parte, niega cualquier vínculo con el denominado Cartel de los Soles y asegura que las operaciones estadounidenses son parte de un plan para forzar un cambio de régimen y apoderarse de los recursos energéticos del país. El líder chavista insiste en que Washington utiliza la lucha antidrogas como “pretexto” para derrocarlo.

A este escenario se suman reportes de una llamada reciente entre funcionarios estadounidenses y representantes del régimen venezolano. Según fuentes citadas por El Nuevo Herald, Washington habría entregado un último ultimátum: Maduro debía renunciar y abandonar el país de inmediato junto a su esposa, Cilia Flores, y su hijo, a quienes también se les ofrecería salvoconducto. La conversación, sin embargo, colapsó cuando Maduro exigió condiciones que Estados Unidos rechazó por completo, entre ellas una amnistía total, un calendario de salida más lento y preservar el control sobre las Fuerzas Armadas.

Con el diálogo roto y la presión militar en aumento, el escenario político venezolano entra en una fase más incierta. La administración Trump insiste en que no planea un despliegue de tropas, pero mantiene abierta la puerta a operaciones más agresivas destinadas a desmantelar las redes de narcotráfico que, según Washington, sostienen al régimen chavista.

(Con información de NTN 24)

Recomendado para ti