Así mata el régimen la última esperanza de los pobres en Holguín: cierran popular Mercado Los Chinos
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 27 de junio de 2025

El Mercado Los Chinos, uno de los pocos espacios donde los holguineros humildes podían comprar productos a precios más accesibles, fue prácticamente cerrado por órdenes directas del partido comunista y el poder popular provincial.
Las imágenes son desoladoras: estantes vacíos, vendedores expulsados y personas que miran con desesperanza lo que alguna vez fue un alivio ante la escasez. El régimen no solo no construye, sino que destruye lo poco que sobrevive fuera de su control.
“El castrismo nunca ha tolerado lo que no puede dominar. Si no le deja ganancias a la cúpula corrupta, entonces no sirve, aunque al pueblo le salve el día”. Esto se repite una y otra vez en toda Cuba y Holguín no es la excepción.
El mercado ofrecía productos variados, a veces de campesinos que no podían pagarle el diezmo a las Mipymes del régimen. Esa libertad mínima era demasiado peligrosa para un sistema que se alimenta de la miseria planificada.
Mientras eso sucede en tierra cubana, el “presidente” designado Miguel Díaz-Canel y su extensa delegación se pasea por Bielorrusia, codeándose con dictadores, hablando de cooperación y desarrollo mientras deja tras de sí un país destrozado.
En La Habana y Varadero, los hoteles del Grupo Gaviota rebosan de comida… pero no de turistas. ¿El objetivo? Alimentar a los privilegiados, a los militares, a los hijos de papá que se dan la buena vida. Porque en Cuba, “el pueblo solo sirve para marchar, para aplaudir y para aguantar”.
“Ya ni el mercado de barrio nos dejan, porque quieren obligarnos a comprar en sus tiendas de lujo en MLC o sus Mipymes infladas”, opinan muchos holguineros que asistían a Los Chinos. Esas Mipymes, que no son más que empresas fachada de los mismos de siempre, cobran en dólares y venden a precios inalcanzables. Mientras tanto, los trabajadores reales cobran en pesos devaluados, sobreviven sin transporte, sin medicinas, sin esperanza.
En estos momentos, más de 350 trabajadores y comerciantes llevan dos semanas sin poder ejercer su labor en la Plaza Los Chinos, Holguín. Sin ingresos, sin poder ofrecer servicios gastronómicos, sin llevar el pan a casa.
Y todo por decisiones arbitrarias que, lejos de solucionar problemas, castigan a los que trabajan dignamente. Mientras tanto, los negocios de la familia dictatorial y sus testaferros en la Plaza de la Marqueta siguen intocables, operando como si nada pasara. ¡Una doble moral vergonzosa! Los que tienen padrinos no se mojan, pero al pueblo trabajador le cae todo el peso del castigo.
El mensaje del régimen es claro: si no compras lo que yo vendo, si no consumes lo que yo produzco, no comes. No hay competencia, no hay libre mercado, no hay humanidad. Solo hay represión, hambre y cinismo. Y todo esto, mientras los jerarcas cargan maletas llenas de productos que el pueblo no verá jamás.
Del perfil de La Tijera