El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva proclamación que amplía y refuerza las restricciones de entrada al país para ciudadanos de más de 30 naciones, alegando razones de seguridad nacional, seguridad pública y deficiencias graves en los sistemas de verificación e intercambio de información de los países afectados.

Segun publicó Martí Noticias en su perfil de facebook la medida busca impedir el ingreso de extranjeros sobre los cuales el gobierno estadounidense considera que no cuenta con información suficiente para evaluar los riesgos que podrían representar.

De acuerdo con la proclamación, se mantienen las restricciones completas de entrada para los nacionales de los 12 países considerados de alto riesgo desde la Proclamación 10949: Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. A esta lista se suman ahora cinco nuevos países con prohibiciones totales: Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur y Siria.

Asimismo, la nueva orden impone restricciones completas a las personas que porten documentos de viaje emitidos por la Autoridad Palestina y eleva a prohibición total las medidas que anteriormente eran parciales para Laos y Sierra Leona.

En cuanto a las restricciones parciales, la proclamación mantiene este tipo de limitaciones para los ciudadanos de Burundi, Cuba, Togo y Venezuela, países que ya figuraban en listados anteriores. Además, se añaden restricciones parciales a otros 15 países, entre ellos Angola, Antigua y Barbuda, Benín, Costa de Marfil, Dominica, Gabón, Gambia, Malawi, Mauritania, Nigeria, Senegal, Tanzania, Tonga, Zambia y Zimbabue.

El documento también introduce una excepción para Turkmenistán. Según el gobierno estadounidense, ese país ha mostrado cooperación y avances desde la proclamación previa, por lo que se levantó la prohibición para visados de no inmigrante, aunque se mantiene la suspensión de entrada para inmigrantes.

La Casa Blanca argumenta que muchas de las naciones afectadas presentan problemas estructurales como corrupción generalizada, registros civiles deficientes, documentos fraudulentos, ausencia de sistemas confiables de registro de nacimientos y falta de cooperación en el intercambio de datos policiales.

También señala que algunos países permiten programas de ciudadanía por inversión que, a juicio de Washington, facilitan la ocultación de identidades.

Otro factor clave mencionado son las altas tasas de permanencia ilegal tras el vencimiento de visados y la negativa de algunos gobiernos a aceptar la repatriación de sus ciudadanos deportados. Además, la presencia de terrorismo, crimen organizado y extremismo en varias de estas regiones es citada como una amenaza directa a los intereses estadounidenses.

Con esta proclamación, el presidente Trump reafirma su promesa de campaña de endurecer las restricciones de viaje, fortalecer las fronteras de Estados Unidos y priorizar la seguridad nacional mediante una política migratoria más estricta.

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