Educación colapsa para estudiantes indocumentados en Florida
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 14 de septiembre de 2025

Un aula vacía, una matrícula inalcanzable, un país que les prometió un futuro y ahora se los arrebata... ¡esta es la lamentable situación para un numeroso grupo de niños y jóvenes, cuyos padres están amenazados con la deportación!
Miles de estudiantes indocumentados en Florida están siendo forzados a abandonar sus estudios universitarios o escolares, víctimas de políticas migratorias que han convertido la educación en un privilegio, no en un derecho.
Carlie, joven haitiana en su último año de Relaciones Públicas en la Universidad de Florida Central, ahora estudia encerrada en su apartamento. No va ni al supermercado por miedo a ser arrestada. Desde julio, tras un cambio legislativo apoyado por el gobernador Ron DeSantis y la administración de Donald Trump, perdió el acceso a la matrícula estatal. Pasó de pagar $6,380 al año a enfrentar una cifra superior a los $30,900. Imposible.
Como ella, más de 6,500 estudiantes quedaron fuera del sistema educativo solo en Florida. Y no es por falta de esfuerzo.
David, un joven hondureño que se preparó toda la secundaria para la universidad, ahora trabaja en un restaurante de comida rápida. "Hice lo que me dijeron que hiciera: estudiar. Pero no fue suficiente", lamenta.
Las universidades ya no son refugio. Más de una docena de centros académicos en Florida tienen acuerdos con ICE. Ir al campus es arriesgarse a ser detenido. Pero no acaba ahí.
En las escuelas primarias y secundarias, el miedo se ha institucionalizado. Redadas migratorias en estacionamientos escolares, arrestos frente a niños, familias enteras dejando de enviar a sus hijos a clase. El gobierno de Trump eliminó la política que por décadas prohibía redadas en lugares sensibles como escuelas e iglesias.
Un caso estremecedor ocurrió en una guardería de Oregón: agentes armados rompieron la ventana del carro de un padre y lo arrestaron tras dejar a su hijo. La escuela tuvo que cerrar de emergencia.
Dos de los mayores sindicatos de docentes en EE.UU. (NEA y AFT), con más de 4 millones de afiliados, demandaron al gobierno por crear un clima de terror educativo. “Las aulas deben ser lugares seguros, no campos de batalla migratorios”, sentenció Randi Weingarten, presidenta de AFT.
El impacto psicológico es devastador. Niños con miedo a ir a clase. Padres que no los inscriben por temor a compartir datos. Maestros obligados a esconder a sus alumnos.
En el Valle Central de California, las ausencias escolares aumentaron un 22% tras las redadas migratorias de enero y febrero. El mensaje es claro: estudiar siendo indocumentado en EE.UU. se ha vuelto una pesadilla peligrosa.
Y aunque el gobierno insiste en que las redadas escolares son "raras", las historias reales pintan otra realidad.
Un país que persigue a niños en sus escuelas está fallando en su humanidad. No es una cuestión de política. Es una cuestión de justicia, de educación, de dignidad.