La doctora cubana Madelaine Hernández Sotolongo, residente en el Instituto Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICCCV) en La Habana, compartió este miércoles el trabajo que pasan también los médicos en el país.

"Llueve, salgo de mi trabajo, el Hospital, me dirijo a coger un transporte y mientras me voy mojando, una guagua se pasa la parada y además parece que trae sardinas en lata, así que logro coger un carro y aunque es un tramo corto me imagino el precio, claro, oferta y demanda así que me voy preparando psicológicamente", dijo Hernández en Facebook.

"Mas al llegar a mi destino me sorprende el chofer cuando le pregunto cuánto le debo y seriamente me dice nada".

"En ese momento se me aguaron los ojos y por un instante pasaron tantas cosas en mi mente. Me acabo de ahorrar la cuarta parte de lo que gasto en un día para ir a trabajar (600 pesos diarios, alrededor de 10 mil CUP al mes en carro, por eso se alterna entre carro, gacela, guagua, botella o un perro con montura)". "Más de mi mísero salario, eso sin contar la comida. Hoy día se vive para malamente comer. Y sé que no soy de las que peor está, me imagino los ancianos jubilados solitos y se me parte el alma".

"Entonces pienso: ese chofer no me habrá cobrado por respeto a mi profesión o por lástima. Somos tan importantes y a la vez siento que tan olvidados".

"Ya se han ido más o menos la mitad de los trabajadores de mi hospital, el que no voló en busca de un sueño de prosperidad, se ha ido a trabajar en la calle como TCP (trabajador por cuenta propia), en una MIPYME (micros, pequeñas y medianas empresas), en una cafetería o limpiando piso, y no por menospreciar ningún trabajo, porque más vergüenza da ser un profesional y lo más bajo en la escala salarial y tener que estar inventando para llegar a fin de mes. O es eso o abandonar tu vocación, lo que amas hacer, por lo que te permita poner un plato de comer a tu familia".

"Y medito, ¿valdrá la pena? Vale la pena el esfuerzo, el sacrificio, las malas noches de guardia, la gastritis, la migraña, y últimamente las acusaciones de lo que no hay o el peso de trabajar haciendo magia".

"Nadie dice nada ni médicos ni enfermos, no hay una queja dirigida a las autoridades correspondientes y si la hay no veo que trascienda. Nosotros somos los que ponemos la cara. Yo no veo la luz al final del túnel, díganme pesimista", confesó.

"He visto cómo ha aumentado la cantidad de vagabundos en las calles, de gente pasando hambre. Estamos viviendo un capitalismo crudo, extremo, disfrazado de socialismo", lamentó.

Varios cubanos apoyaron a la doctora. "Por lástima, no tengas dudas. Las personas nos ven con lástima. Reconocen que trabajamos como bestias, con pésimas condiciones y sin recursos y eso da lástima. Es lo que merecemos los médicos, lástima, porque no somos capaces de hacer valer nuestro derechos, no exigimos un salario digno, bajamos la cabeza, aguantamos y ya".

"¡Así mismo! Los viejitos que viven solos y los que no algunos pasan hambre, ya los he visto en la calle pidiendo limosna y le doy a Felito para que les de alguito, lo que se pueda y los niños en la escuela flaquitos y algunos apenas comerán lo que le corresponde. Parte el alma y los profesionales para que hablar arquitectos e ingenieros que se sacrificaron día y noche, fin de semana, trabajando en proyectos y obras muy importantes para la nación con míseras pensiones".

"Es triste pero es así, al médico cubano no le queda más remedio que irse de lo que ama para sobrevivir. Y no es falta de vocación, no es falta de amor a la profesión que tanto empeño y sacrificio nos costó, es simplemente que somos seres humanos, agotados, no hay nada más".

"Simplemente agotados creo que es lo que nos describe a todos, de no ser reconocidos, de trabajar en condiciones precarias, de tener un sueldo miserable, de aguantar maltratos por cosas que no controlamos como la escasez se medicamentos o de personal. Es triste pero cada día empeora y la única opción que viene quedando es como dices, o irte a otro trabajo particular o si tienes suerte volar a donde puedas soñar con ejercer nuevamente".

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