El humorista Ulises Toirac no deja de hacernos reír... ¡y pensar!. Indiscutiblemente el actor es un ser humano excepcional: "Hoy, desayuné raspa del arroz de ayer y no pude evitar pensar en lo irónico de la vida cotidiana en Cuba. Mientras yo calentaba mi desayuno ´extranjero´, bajé del teléfono una foto de periódico que mostraba el esfuerzo de otros cubanos cosechando papa en tiempos difíciles. La paradoja me golpeó: estamos jodidos ideológicamente, atrapados entre lo que nos toca y lo que soñamos· Y es que, realmente, el comentario de dejar de comer papas y arroz resulta de otro planeta.

Como apunta Juan Fung, “la única barrera que vence cada día este exitoso gobierno es la de sorprendernos mientras menosprecian nuestra inteligencia”. Esa sensación de frustración y resignación se respira en cada comentario: Meidys Barthelemy espera que sea la última de este año, mientras Carylin Rivero lamenta que nos “hacen anormales”.

Emilio Miguel LLuveras Pérez reconoce que cada final del día nos deja apretados por las circunstancias.

Natividad Venegas lleva la reflexión más allá: "la salvación de Cuba no estará en ideologías importadas, sino en la capacidad de su pueblo de crear, producir y vivir con dignidad. Como muestran los cubanos emigrados, trabajadores, médicos, artistas y maestros triunfan en otras tierras, enfrentando sacrificios y desafíos, y su mayor tristeza es no poder regresar a su patria. Esa realidad demuestra lo costoso de mantener una ideología por encima de la gente".

En medio de esta mezcla de resignación y humor, la creatividad popular se hace presente. Gina Mora Martínez comenta sobre el “arroz con papas” formado en las redes, mientras Mileydis Urruchaga Carrillo sugiere que, cuando ya no se pueda exportar el arroz, habrá que documentar las instantáneas para que el recuerdo no se pierda. Mileydi Cardenas Pérez evoca las palabras de Pepe Mujica sobre vivir como vive la mayoría, recordándonos que coherencia y ética son hoy casi un lujo.

Otros comentarios aportan más picardía: Yamilé Jiménez Suárez propone alimentarse con yuca, maíz y mariscos; Odalys Ruiz Gutierrez se lamenta de jornadas de cosecha inútiles; Barbara Garcia disfruta de su “dieta extranjera”; Alfredo González Cardet se ríe de mezclar arroz, papa y dólares; y Galina Rojas sugiere aprovechar la riqueza marina de la Isla.

Al final, este desayuno de raspa de arroz refleja un fenómeno más amplio: la ironía, la resistencia y el humor con que los cubanos enfrentan sus circunstancias. Entre risas, críticas y reflexiones profundas, la mesa se convierte en un espacio donde se debate ideología, identidad y supervivencia. Cada cucharada, un recordatorio de que estamos jodidos ideológicamente, pero aún encontramos maneras de vivir y de reflexionar.

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