La víspera, la prensa oficialista cubana anunció la reducción de la circulación en la capital de ómnibus urbanos por la escasez de combustible y hoy, pocas horas después, las paradas de La Habana estaban abarrotadas de gente.

Así lo constató el portal independiente 14ymedio que conversó con algunos isleños sobre la triste situación que les toca vivir ahora por la falta de combustible.

"Salí para tratar de llegar al trabajo, pero finalmente tuve que llamar para decir que no iba a poder ir", dijo Luisa María, de 65 años y trabajadora de un comedor estatal cerca del Capitolio.

"Trabajo en un sector priorizado, porque cocinamos para muchas personas viejitas que van a almorzar al comedor nuestro y no tienen otro lugar donde alimentarse, pero hoy dos compañeras de trabajo y esta servidora no hemos podido llegar por el tema del transporte", añadió.

"La otra opción era coger un almendrón, pero ya a estas alturas del mes no queda dinero para eso", lamentó.

"El chofer del taxi privado en el que tuve finalmente que trasladarme dijo que varios clientes que había recogido esta mañana era gente que se frustró esperando la guagua y al final tuvo que terminar en los carros privados".

"Así es muy difícil mantener el límite de pasajeros que tenemos establecidos por la pandemia", indicó el conductor de la ruta 54, que va de La Habana Vieja y Lawton.

"La gente no entiende, les digo que no pueden subir más porque es lo que está orientado, pero prefieren arriesgarse. Yo soy chofer no policía", argumentó.

"La gente se queja, pero lo que está pasando en otras provincias es que está suspendido todo el transporte público; los habaneros siguen siendo privilegiados", indicó otro cubano.

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