Tras el reciente cambio en las políticas de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), ya se observa el surgimiento de un mercado informal que comercializa el saldo digital como si se tratara de una moneda alternativa.

En redes sociales aparecen capturas de pantalla de ofertas donde se intercambian 360 pesos de saldo —adquiribles solo mediante recarga internacional— por 1,000 pesos cubanos (CUP). Esta situación se produce a pocos días de que la compañía estatal eliminara la posibilidad de pagar servicios móviles con moneda nacional.

Desde el 30 de mayo, los usuarios no pueden utilizar el CUP para contratar paquetes de datos, mensajes o llamadas, salvo por un límite mensual de 360 CUP. Esto obliga a los clientes a recurrir a paquetes de mayor precio disponibles únicamente en divisas extranjeras como dólares estadounidenses (USD), euros (EUR) o moneda libremente convertible (MLC). Como resultado, quienes no reciben remesas del exterior o no tienen acceso a divisas quedan en desventaja significativa.

En este nuevo panorama, el saldo digital ha adquirido un valor adicional en el mercado informal. Las redes sociales muestran cómo se ha institucionalizado un sistema donde personas que reciben recargas desde el extranjero revenden ese saldo a precios elevados en moneda nacional. Este mecanismo ha generado críticas, ya que convierte un servicio esencial como la conectividad en una mercancía sometida a la especulación.

La presidenta de ETECSA, Tania Velázquez Rodríguez declaró en televisión que el peso cubano no tiene mercado y justificó las nuevas tarifas como parte de una estrategia orientada a captar a usuarios fuera del país interesados en comunicarse con sus familias en Cuba. A pesar de estas declaraciones, amplios sectores de la población no han quedado convencidos por las explicaciones ofrecidas por la directiva.

En la práctica, la eliminación del CUP como forma de pago plena para servicios móviles restringe el acceso de muchas personas que dependen exclusivamente de la moneda nacional. Los cubanos que no pueden acceder a paquetes en divisas solo tienen la opción de adquirir 6 GB por 360 CUP al mes, una cantidad insuficiente para cubrir las necesidades digitales cotidianas, como la educación en línea, la búsqueda de empleo o la comunicación constante con familiares y amigos.

El fenómeno revela una transformación en el modo en que se distribuyen los recursos digitales en Cuba, donde el acceso a internet depende cada vez más de la capacidad para negociar en un mercado no oficial. Las desigualdades económicas se reflejan ahora también en la esfera de la conectividad. El saldo de ETECSA se convierte así en un nuevo símbolo de exclusión, donde la moneda nacional pierde funcionalidad y las redes informales suplen las carencias del sistema oficial.

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