Desarticulado supuesto plan terrorista en Cuba: ¿Verdad o propaganda?

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 7 de julio de 2024

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Fuerzas del Ministerio del Interior desarticularon un plan terrorista contra Cuba, organizado y financiado desde los Estados Unidos, informó hoy esa institución a través de una nota publicada en el diario Granma. Según la información divulgada, Ardenys García Álvarez, un ciudadano que emigró ilegalmente a los Estados Unidos en 2014, fue detenido por ingresar armas de fuego y municiones en Cuba. Además, otros implicados residentes en el territorio nacional también han sido arrestados.

La narrativa presentada por el Ministerio del Interior (Minint) describe esta acción como parte de un nuevo plan de reclutamiento destinado a ejecutar actos violentos en la isla. Esta no es la primera vez que el gobierno cubano acusa a personas y entidades estadounidenses de patrocinar el terrorismo contra Cuba. En diciembre de 2023, el Gobierno publicó una lista en la Gaceta Oficial de la República con nombres de individuos y organizaciones acusados de tales actividades.

Según el Minint, dos días después de la publicación de esta lista, se dio a conocer información preliminar sobre la neutralización de otro plan de reclutamiento similar, esta vez dirigido por un ciudadano cubano residente en Estados Unidos. El reciente accionar de las fuerzas del Ministerio del Interior habría evitado la concreción de estos planes violentos y desencadenado un proceso investigativo centrado en los hechos y en los implicados.

Es importante destacar que la nota oficial menciona varias veces que el complot fue organizado desde Estados Unidos, intentando así responsabilizar al gobierno estadounidense. Sin embargo, incluso si esto fuera cierto, estos hechos no tienen una relación directa con las políticas del país norteamericano. Esta estrategia de acusar a Estados Unidos tiene como objetivo confundir al público cubano y consolidar la percepción de una amenaza externa constante. La constante narrativa del gobierno cubano sobre complots y amenazas externas, especialmente provenientes de los Estados Unidos, es una táctica recurrente que ha sido utilizada a lo largo de décadas. Esta estrategia sirve para desviar la atención de los problemas internos y consolidar la percepción de una amenaza externa que justifique medidas represivas.

La detención de Ardenys García Álvarez y otros supuestos implicados se presenta como un logro del gobierno en su lucha contra el terrorismo. Sin embargo, no se han ofrecido pruebas contundentes que demuestren la veracidad de estas acusaciones. La televisión cubana anunció un programa especial para mostrar las pruebas, pero cabe preguntarse sobre la autenticidad y objetividad de las mismas, dado el control estatal sobre los medios de comunicación.

La política cubana de acusar a opositores y disidentes de ser agentes al servicio de potencias extranjeras no es nueva. A lo largo de los años, numerosos casos han sido fabricados o exagerados para justificar la represión y el control social. El hecho de que García Álvarez emigrara ilegalmente en 2014 y ahora sea acusado de regresar para cometer actos terroristas encaja en esta narrativa gubernamental, pero carece de transparencia en cuanto a cómo se llevó a cabo la investigación y qué pruebas concretas existen.

Además, en el contexto actual, donde Cuba enfrenta una grave crisis económica y social, con escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos, la necesidad de encontrar enemigos externos se vuelve más apremiante para el régimen. Las protestas y manifestaciones, aunque sofocadas con frecuencia por las fuerzas del Estado, son indicativas del creciente descontento popular.

El anuncio de un programa especial al final de la Emisión Estelar del Noticiero Nacional de la Televisión Cubana es una táctica calculada para asegurar una audiencia cautiva. La televisión estatal cubana es uno de los principales vehículos de propaganda del régimen, utilizado para moldear la opinión pública y reforzar la narrativa oficial.

La falta de medios independientes dentro de Cuba y el control absoluto sobre la información permiten al gobierno presentar estas historias sin enfrentar un escrutinio real. La comunidad internacional y los medios opositores en el exilio, sin embargo, tienen la responsabilidad de cuestionar estas narrativas y exigir transparencia. Hechos como este, expuestos en televisión donde se entrevistan a presuntos autores que declaran, son comunes y de dudosa veracidad en la mayoría de las ocasiones.



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