Luego de haberse torcido el Talón de Aquiles derecho después de un giro brusco en el segundo asalto, Yuriokis Gamboa supo que no iba a ganar la pelea, pero, según él intentó dar guerra y el mejor show posible.

“De la misma manera, también salió en silla de ruedas de la Arena State Farm, porque la lesión le impide apoyarse. No se le puede restar méritos a Davis. Es el presente y quizá -que diría Vasyl Lomachenko- el futuro de la división, mientras Gamboa vive su ocaso con el respeto del veterano que lo dejó todo en la batalla”, ha descrito el periodista Jorge Ebro.

“Toda la estrategia del gimnasio se vino abajo se nos vino abajo. No pude hacer nada. Sin ese soporte en el pie derecho no podía trabajar. Entonces no me quedaba otra opción que mantener la distancia. Lo que pasa es que él no estaba bien preparado y no podía insistir ni mantener el ritmo, pero yo no podía hacer nada”, explicó Gamboa en entrevista al Nuevo Herald.

“Llegamos al 12 round. No lo terminamos, pero yo era una persona herida desde el segundo round. A mí nadie me iba a llegar a un segundo asalto con un pie partido. No me llevé la victoria, pero a todos los fanáticos, a todos aquellos que vieron la pelea, de corazón, espero que estén satisfechos con mi actuación” alegó.

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