Tres ciudadanos cubanos residentes en el sur de Florida fueron arrestados en Miami por su presunta implicación en un fraude a compañías de seguros. Los detenidos —Karina Sánchez, Darvin Morlote y su hijo, Kervin Morlote— están acusados de haber fingido un accidente automovilístico con el fin de cobrar compensaciones por supuestas lesiones, en un esquema que generó reclamaciones por más de 68,000 dólares.

El supuesto incidente ocurrió el pasado 22 de enero en la zona de North Miami, específicamente en la intersección de la calle 123 del noroeste y la séptima avenida. Sin embargo, imágenes captadas por cámaras de seguridad de un estacionamiento cercano revelaron que los tres implicados se reunieron horas antes del choque, lo que permitió a los investigadores confirmar que el accidente fue premeditado.

En el material audiovisual se observa un Toyota Corolla gris del año 2020 y un Toyota Camry plateado del 2000, ambos utilizados en la colisión simulada. Uno de los detalles que más alertó a las autoridades fue que Darvin Morlote modificó su póliza de seguro apenas un día antes del suceso, incluyendo a su hijo como asegurado. Posteriormente, ambos presentaron reclamos por un total de 68,926 dólares, argumentando la necesidad de tratamientos médicos y fisioterapia.

"Los acusados recibieron atención médica en varias clínicas del área de Miami, entre ellas Ocean Health Care Solutions, River Medical Center, Lago Medical Center y Universal X-Rays. Estas instituciones reportaron miles de dólares en gastos asociados a lesiones inexistentes, lo que ha despertado sospechas sobre su posible complicidad."

Las autoridades investigan actualmente si estas clínicas fueron víctimas del engaño o colaboraron de manera activa. Cabe señalar que al menos una de ellas ya había sido señalada en un caso similar.

Sánchez, Morlote padre e hijo permanecen detenidos en el centro correccional Turner Guilford Knight (TGK) en el condado de Miami-Dade. Enfrentan cargos por fraude de seguros, hurto mayor y simulación de accidente, delitos que podrían acarrear penas severas en caso de condena.

Este caso se suma a una serie de operativos que las autoridades locales han emprendido para desmantelar redes de fraude en el sur de la Florida. En marzo, otros tres cubanos fueron arrestados por defraudar más de 84,000 dólares mediante otro accidente falso. Las investigaciones revelaron un patrón común: choques premeditados, clínicas implicadas y reclamaciones infladas.

"Las pérdidas por este tipo de estafas en Estados Unidos superan los 2,000 millones de dólares anuales, afectando tanto a las aseguradoras como a los conductores honestos, que terminan pagando primas más elevadas."

Las autoridades de Miami-Dade han reforzado sus mecanismos de detección, incluyendo un programa piloto para identificar colisiones fraudulentas, en un esfuerzo por frenar este tipo de delitos en ascenso.

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