Un operativo conjunto del Ministerio del Interior y el Cuerpo de Seguridad y Protección del Hospital "Arnaldo Milián Castro", conocido como Hospital Nuevo de Santa Clara culminó con la detención de un asistente de la sala de geriatría del propio centro hospitalario.

El individuo, cuyo nombre se omite por razones legales, fue sorprendido portando insumos y medicamentos extraídos ilegalmente, los cuales pretendía comercializar en áreas cercanas a la institución. Según reportes oficiales, el detenido ofrecía ampolletas de aminofilina a 500 pesos cubanos (CUP) cada una, así como jeringuillas a 150 CUP.

Este acto representa una grave violación ética y legal, al tratarse de recursos vitales destinados a la atención médica, especialmente a pacientes ancianos, uno de los grupos más vulnerables de la sociedad. La apropiación ilícita de estos insumos no solo afecta el funcionamiento del sistema de salud, sino que también pone en riesgo la vida de personas que dependen directamente de estos medicamentos para su bienestar.

Informa Henry Omar Pérez que la codicia del infractor y su falta de ética profesional generan serias consecuencias para la calidad del servicio médico en la institución.

Actualmente, se llevan a cabo investigaciones para determinar la magnitud del robo y establecer las responsabilidades penales correspondientes. Los agentes indagan si el detenido actuó solo o si existe una red mayor involucrada en estas prácticas ilegales.

Surge una interrogante clave: ¿cuántos ancianos de esa sala podrían haber sido atendidos con los medicamentos sustraídos? La respuesta podría arrojar luz sobre el verdadero impacto de este delito en la atención médica local.

La Dirección del Hospital Nuevo ha iniciado un proceso de revisión y análisis administrativo para reforzar los controles internos. Este caso subraya la importancia de mantener una vigilancia constante, tanto dentro de las instituciones de salud como en sus alrededores, con el objetivo de prevenir el tráfico ilegal de recursos médicos.

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