Después de largas horas de silencio e incertidumbre, finalmente comienzan a llegar las primeras imágenes desde el municipio Segundo Frente, en la provincia de Santiago de Cuba, una de las zonas más afectadas tras el paso del huracán Melissa por el oriente del país. Según fuentes locales, el territorio había quedado totalmente incomunicado debido a la caída de árboles, postes eléctricos y derrumbes que bloquearon los accesos principales.

De acuerdo con los primeros reportes, un joven logró entrar al municipio en una moto, sorteando los caminos destruidos y el peligro de los deslaves, lo que permitió conocer que los residentes están con vida. Fue él quien tomó las fotografías y avisó a familiares en comunidades vecinas, brindando un rayo de esperanza en medio de la angustia que se vivía desde el día anterior.

Las imágenes muestran un panorama devastador: viviendas destechadas, carreteras partidas, árboles arrancados de raíz y líneas eléctricas colapsadas. La falta de electricidad, cobertura móvil e internet ha impedido que muchos habitantes puedan comunicarse con familiares en otras partes de Cuba o en el extranjero. “No sabemos nada de nuestros padres desde hace más de 24 horas”, escribió una usuaria en redes sociales, tras compartir las fotos enviadas por el motociclista.

El aislamiento ha sido una de las mayores preocupaciones en esta fase inicial de la catástrofe. Fuentes comunitarias aseguran que en algunos consejos populares, como Cruce de los Baños y Mayarí Arriba, aún no se ha podido acceder debido a los deslizamientos de tierra. Brigadas de rescate del Ejército y del Ministerio del Interior intentan abrir camino entre los escombros para llegar con alimentos y asistencia médica.

Aunque las pérdidas materiales son cuantiosas, lo más importante, según los testimonios, es que no se reportan víctimas fatales hasta el momento en ese municipio. Sin embargo, se teme que haya personas heridas o atrapadas en zonas rurales donde todavía no ha llegado la ayuda.

Las autoridades locales han solicitado el envío urgente de combustible, maquinaria pesada y alimentos no perecederos, mientras vecinos de municipios cercanos se organizan para apoyar con lo poco que tienen. Segundo Frente, conocido por su historia y su gente laboriosa, enfrenta ahora una nueva batalla: reconstruir la vida en medio de la destrucción que dejó Melissa a su paso.

Fuente: Javier Díaz

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