Desgarrador testimonio de una madre cubana cuya hija desapareció: Ponle corazones a mi Yeni

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 7 de octubre de 2022

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Iraina Pérez Valdés está destrozada. Este jueves se cumplieron 197 días de que su hija desapareciera cuandio regresaba a casa después del trabajo.

Nada se sabe de ella desde el 18 de marzo pasado. Según explica, al inicio la Policía estuvo muy pendiente del caso pero desde hace más de tres meses no van a su casa.

"Piensan que se me ha olvidado, eso nunca. La buscaré siempre por el mundo entero y si no está, la seguiré buscando", dice.

La historia de Yeniset ha acaparado titulares en medios de prensa independiente desde su desaparición. Su caso ha sido denunciado en redes sociales y varias organizaciones se han hecho eco para ayudar en la búsqueda pero no hay siquiera una pista sobre ella.

Su hermano, el dramaturgo cubano Yerandy Fleites, escribe también habitualmente sobre lo ocurrido.

A continuación CubitaNOW comparte el desgarrador relato de la madre de Yeniset:

Hoy hace 197 días de la desaparición de Yeniset Rojas Pérez en Ranchuelo, Villa Clara, Ocurrió el 18 de marzo a los 11 y 15 de la mañana, salió de su trabajo en busca de su hija para llevarla a la escuela y nunca llegó a casa.

Esto lo comento yo, su madre, ella convivía conmigo. Una hija ejemplar, incondicional como madre la mejor. Se convirtió en madre y padre. Al fallarme la vista se convirtió en mi madre, la que ya no tenía, me peinaba, me sacaba las cejas, me llevaba a pintar el pelo, me cortaba las uñas, me las pintaba, nunca tuve que coger un bastón para valerme, ella me llevaba de su brazo.

Siempre me decía, si tú me enseñaste a caminar ahora me corresponde a mí ayudarte. Desde el día en que ella desapareció las paredes de esta casa se quedaron en silencio. La policía comenzó a atender el caso con mucho empeño, pero hace algo más de tres meses que no asisten a esta casa, piensan que se me ha olvidado, eso nunca, la buscaré siempre por el mundo entero y si no está, la seguiré buscando, tiene que haber un culpable o varios, ella no venía de una discoteca, venía de su trabajo a pleno día, con bastante Sol.

Desaparecida sí, ausente no, ilusionada como toda madre que le duele para regalarle un poquito a una persona que le hace mucha falta, un día lo sabrán. Me convertiré en acusadora, las hormigas irán al basurero, los culpables pagarán, yo no la voy a dejar de buscar, es mi hija, es mi dolor, no es el dolor de ellos.

Esos días de lluvia fueron terribles para mi, sin saber de ella, ahora cuando llegue el frío, qué será de ella. La tierra de Martí, dónde vivíamos seguros, que apenas hoy podemos hacerlo, ya que temo hasta dejar la puerta abierta. Cuando va cayendo la tarde y la noche es terrible, los amaneceres son terribles, a veces pienso que está durmiendo y no hay nadie en la cama.

Se lo digo de corazón, el dolor me mata, pero me caigo y me levanto. Su familia, sus amistades, el pueblo entero la busca y no la encuentran. La basura que lo hizo tiene que pagarla. La seguiré reclamando, ponle corazones a mi Yeni.


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