Desde hace dos meses, sigue desaparecida en La Habana anciana con demencia
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 5 de octubre de 2024
En los últimos meses, la desaparición de personas en Cuba ha alcanzado niveles alarmantes, generando preocupación y desesperación entre las familias afectadas. Este fenómeno ha sido ampliamente denunciado en redes sociales y grupos dedicados a la búsqueda de personas desaparecidas. A continuación, se detallan algunos de los casos más recientes y destacados.
Una anciana de 74 años, Mirian Blake, lleva casi tres meses desaparecida en La Habana. Según su nuera, Danay Hierrezuelo, quien publicó varias fotografías de la señora en Facebook, Mirian Blake reside en la zona 11 de Alamar y padece de demencia. Fue vista por última vez el sábado 6 de julio a la una de la tarde. La familia ha pedido que cualquier información sobre su paradero sea notificada a los números 77633482 o 56866122.
Otro caso es el de Maya Bustillo Fernández, de 65 años, quien lleva dos días desaparecida. Fue vista por última vez en el parque Butari, ubicado en Porvenir. Sus familiares están angustiados y han solicitado ayuda a través de las redes sociales para encontrarla.
Además, una familia cubana está buscando a Enrique Blanco Acosta, conocido como Kiki, quien vive en Mantilla, Arroyo Naranjo, y ha estado desaparecido durante una semana. Su sobrina Dayanne ha pedido a cualquiera que tenga información que se comunique al 53608659 o al 56381657 con Gina, la madre de Dayanne.
Un caso especialmente preocupante es el de una madre y su hijo, ambos desaparecidos en La Habana. El joven desapareció el lunes y su madre el martes, cuando salió a buscarlo. Se sospecha que el suceso podría estar relacionado con el consumo de drogas por parte del joven. La desaparición de personas es un reflejo de la grave crisis social y económica que atraviesa el país. La falta de recursos, la ineficiencia de las autoridades y la creciente inseguridad son factores que contribuyen a este preocupante fenómeno.
Por ejemplo, el caso de Hubert Rodolfo Fonseca Rivero, quien regresó a su hogar después de estar desaparecido y que había sido reportado por su esposa Leidys Rodríguez. Fonseca se había quedado incomunicado debido a la avería de su automóvil en Matanzas y a la falta de carga en su celular. Este caso resalta la vulnerabilidad de los ciudadanos en situaciones de emergencia.
Otro ejemplo es el de Lali Paola, una niña cubana de tres años, desaparecida desde febrero de 2024. Su madre, Teresa Moliner Bosa, fue encontrada muerta con signos de violencia cerca de la costa en Cojímar, pero la niña aún no ha sido localizada. La falta de respuesta de las autoridades y los medios oficialistas ha generado críticas y cuestionamientos sobre la efectividad de la policía en la búsqueda de desaparecidos.
También está el caso de Yidania Santos Peña, una mujer de 42 años atacada a machetazos por su expareja en Campo Florido, municipio Habana del Este. A pesar de la gravedad del ataque, las autoridades no han brindado protección adecuada a la familia, lo que refleja la inacción y falta de eficacia del sistema judicial.
Estos casos ilustran una realidad inquietante: la desaparición de personas en Cuba es una problemática seria y de difícil resolución. El gobierno cubano debe tomar medidas urgentes para mejorar la seguridad ciudadana, fortalecer las instituciones encargadas de la búsqueda y protección de desaparecidos, y garantizar la justicia para las víctimas y sus familias. La visibilización de estos casos en las redes sociales es crucial para presionar a las autoridades y movilizar a la comunidad en la búsqueda de soluciones.