El turismo en Cuba cerró 2024 con 2.2 millones de viajeros internacionales, según datos oficiales divulgados por la Oficina Nacional de Información y Estadística (ONEI) y citados por la agencia EFE. Esta cifra representa un descenso del 9.6 % en comparación con 2023, siendo la más baja en 17 años, excluyendo el periodo de pandemia donde todos los países se vieron afectados.

El régimen cubano había proyectado inicialmente la llegada de 3.2 millones de turistas, cifra que más tarde fue ajustada a 2.7 millones, pero que evidentemente tampoco se pudo cumplir. Los viajeros internacionales están eligiendo otros destinos que ofrecen las mismas virtudes naturales que Cuba en cuanto al destino de sol y playa.

Canadá encabezó la lista de mercados emisores con 860.877 visitantes, seguido por Rusia (185.816), Estados Unidos (142.450), Alemania (65.487), España (65.054) y México (62.839). De los nueve principales emisores, solo Rusia y México mostraron un leve crecimiento respecto a 2023.

Un dato preocupante es la caída del 17.8 % en las visitas de cubanos residentes en el exterior. Aunque las cifras de llegadas internacionales comenzaron el año en niveles similares a 2023, experimentaron una desaceleración progresiva con el avance de los meses.

La grave crisis económica y energética que atraviesa Cuba, combinada con las sanciones impuestas por Estados Unidos, son las principales causas señaladas por la ONEI para el bajo desempeño turístico. Entre las restricciones estadounidenses destaca la negativa de otorgar visados rápidos (ESTA) a quienes hayan visitado la Isla en los últimos 10 años.

Pese a estas limitaciones, el turismo sigue siendo estratégico para el gobierno cubano, dado su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) y la captación de divisas, solo superados por los servicios profesionales y las remesas. No obstante, los 2.2 millones de visitantes de 2024 están muy lejos de los 4,6 millones registrados en 2018, o los 4.2 millones de 2019, antes de la pandemia.

El panorama turístico de Cuba contrasta con el de otros destinos caribeños como Punta Cana, en República Dominicana y Cancún en México, que no solo han recuperado sus niveles previos a la crisis sanitaria, sino que los han superado.

Recientemente, se supo que la aerolínea suiza Edelweiss suspendió sus vuelos a Cuba para desviar más frecuencias hacia el territorio dominicano. David Collado, ministro de Turismo de República Dominicana, dijo que este cambio incluye cinco vuelos adicionales que antes operaban hacia La Habana, Varadero y Holguín, pero que ahora se dirigirán a destinos dominicanos debido a acuerdos firmados con operadores aéreos y aerolíneas.

Las razones detrás de esta decisión están vinculadas a una disminución en la demanda de viajes a Cuba, así como a problemas de seguridad detectados en el Aeropuerto Internacional "José Martí".

Edelweiss comunicó que las condiciones actuales en La Habana no garantizan operaciones estables a largo plazo. Este movimiento se enmarca en una tendencia en la que aerolíneas como Air Transat y Air Canada también incrementan su conectividad con la República Dominicana, lo que refuerza la posición de este país como un destino preferido en el Caribe, en detrimento de Cuba.

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