Estados Unidos y Alemania han frustrado un complot del Kremlin para asesinar a Armin Papperger, director ejecutivo de Rheinmetall, la mayor empresa de armas de Alemania. Este intento de asesinato forma parte de una estrategia de sabotaje más amplia dirigida a interferir con el suministro de armas a Ucrania.

Rheinmetall, con una capitalización bursátil superior a 22.000 millones de euros, es uno de los principales fabricantes europeos de proyectiles de artillería y vehículos militares, y ha estado asistiendo a Ucrania en su conflicto con Rusia. Esta colaboración convirtió a la empresa y a su director en objetivos claros para Moscú.

Según informes de CNN, cinco fuentes de inteligencia estadounidenses y europeas revelaron los planes para asesinar a Papperger. Tras descubrir el complot, Estados Unidos alertó a los servicios de inteligencia alemanes, quienes desactivaron la amenaza y reforzaron la protección del ejecutivo.

El intento de asesinato de Papperger es parte de una serie de actos de sabotaje por parte de Rusia en toda Europa, con el objetivo de dificultar el envío de armas a Ucrania y reducir el apoyo público a Kiev. Estos actos incluyen incendios en almacenes y pequeños actos de vandalismo que afectan la logística de las entregas militares.

Un alto cargo de la OTAN afirmó a CNN: "Estamos viendo sabotajes, planes de asesinato, incendios provocados... una campaña de actividades encubiertas de sabotaje por parte de Rusia con consecuencias estratégicas".

Las relaciones entre Ucrania y Rheinmetall se han fortalecido desde la invasión rusa en 2022. La empresa planea abrir una planta conjunta en Ucrania para producir vehículos blindados, lo que ha generado preocupación en Rusia.

Rheinmetall, además de su sede en Alemania, tiene filiales en toda Europa, incluyendo España. La empresa compró el fabricante de municiones y explosivos Expal Systems en 2023.

Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, indicó que "la intensificación de la campaña de subversión de Rusia es algo que nos estamos tomando muy en serio". Estados Unidos está trabajando con sus aliados de la OTAN para exponer e interrumpir estas actividades, reafirmando que las acciones de Rusia no disuadirán el apoyo continuo a Ucrania.

El Kremlin tiene un historial de estar detrás de envenenamientos de opositores, incluso fuera de Rusia. Recientes casos incluyen a las periodistas rusas Natalia Arno, Elena Kostyuchenko e Irina Bablojan, así como el presunto envenenamiento del oligarca Roman Abramovich durante las conversaciones de paz en 2022. El caso más notable es el de Alekséi Navalni, principal opositor de Putin, quien murió en prisión en 2023 tras un envenenamiento con Novichok.

Estos eventos subrayan la gravedad de las acciones encubiertas de Rusia y su disposición a emplear tácticas extremas para alcanzar sus objetivos.

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