Un derrame de residuos de crudo y fueloil se registró en la mañana de este jueves en los terrenos de la antigua Termoeléctrica José Martí, en Matanzas, una instalación fuera de servicio desde el año 2015. El incidente ocurrió en uno de los tanques de almacenamiento de la planta, que todavía contenía parte del combustible utilizado durante su operación activa.

Según reportes preliminares, los residuos estaban depositados en dos tanques con capacidad de aproximadamente 500 metros cúbicos cada uno. Aunque la Empresa Eléctrica Central había iniciado acciones para su traslado, el material permanecía almacenado al momento del derrame.

El vertido, por ahora contenido dentro del área conocida como "cubeto de seguridad" —una estructura diseñada para evitar la propagación del combustible en caso de filtraciones—, no ha alcanzado cursos de agua ni zonas pobladas. Sin embargo, especialistas del Comando 2 de Bomberos y técnicos medioambientales se desplazaron rápidamente al sitio para activar protocolos de contención, evaluar los daños potenciales y reducir el impacto ecológico.

El suceso pone en evidencia el prolongado abandono de infraestructuras obsoletas en Cuba, muchas de ellas con presencia de materiales peligrosos que no han sido desmantelados ni asegurados correctamente. La falta de mantenimiento y supervisión técnica en estos espacios, como en el caso de la termoeléctrica José Martí, representa un riesgo latente tanto para el entorno natural como para la seguridad de las comunidades cercanas.

Vecinos de la zona reportaron un fuerte olor a hidrocarburos durante la mañana, lo que generó inquietud ante la posibilidad de que el vertido se expandiera fuera de los límites de la planta. Autoridades locales aseguraron que se mantendrá un monitoreo constante en las próximas horas y que el volumen total del derrame está siendo evaluado.

La termoeléctrica José Martí fue una de las principales plantas de generación eléctrica en la provincia de Matanzas durante décadas, pero fue retirada del sistema en 2015 debido a su deterioro tecnológico y bajo rendimiento. Desde entonces, sus estructuras han quedado parcialmente abandonadas, y varios reportes han alertado sobre el estado de los depósitos de combustibles y residuos industriales.

Aún se desconocen las causas exactas del derrame, aunque no se descarta la posibilidad de corrosión estructural o fallo mecánico. 

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