'La corrupción hunde a Guantánamo' exfuncionaria denuncia(video)
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 6 de noviembre de 2025
Las palabras de Gertrudis Zulueta Hodelin, exfuncionaria del Poder Popular en el municipio Manuel Tames, Guantánamo, han provocado una fuerte ola de reacciones en redes sociales.
En un video divulgado por el perfil de Facebook PatriayVida LIbertad, Zulueta denuncia la corrupción institucional, el abandono de las autoridades y la impunidad de los cuadros del Partido Comunista en la provincia.
“Yo tengo 15 años como presidenta de este Consejo Popular y lo que estoy viendo ahora nunca lo había visto. Aquí los cuadros corruptos se caen para arriba”, afirma con firmeza. La exfuncionaria asegura haber dedicado 37 años de trabajo al Poder Popular, y que su única falta fue denunciar los desvíos de recursos, la falta de higiene y la protección a directivos corruptos, lo que le costó una sanción de separación definitiva por “falta de respeto a sus superiores”.
Zulueta señala directamente a figuras locales del Partido y del gobierno, acusándolos de encubrir delitos económicos, manipular sanciones y castigar a quienes denuncian los hechos. “En Manuel Tames hubo pérdidas por más de 84 millones en el comercio y todo quedó impune. A mí me sancionaron por decir la verdad”, relató.
La mujer también denunció haber sido detenida arbitrariamente en Jamaica (Guantánamo) cuando intentaba acercarse a un recorrido oficial. “Me detuvieron sin explicación, solo porque iban a visitar la provincia. Se me subió la presión, me llevaron al policlínico, y todo porque no debía estar en la calle. Solo quería hablar y decir lo que pasa en Guantánamo”, expresó.
Entre sus afirmaciones más duras, Zulueta criticó el colapso sanitario y urbano en la provincia: microvertederos, hospitales sin recursos, dengue, chikungunya y dengue mal atendidos. “Guantánamo está perdido, lleno de churre y corrupción. Aquí nadie se respeta”, sentenció.
A pesar de su expulsión y de haber sido encarcelada brevemente, Gertrudis asegura que seguirá denunciando lo mal hecho. “Yo soy revolucionaria, pero no puedo ser comunista. No me callo ante la mentira”, concluyó.
Su testimonio se ha convertido en un símbolo del descontento ciudadano, un eco que resuena más allá de Guantánamo, donde cada vez más voces denuncian la corrupción y el abandono institucional.