En el pequeño poblado costero de Caracoles, en la provincia de Santiago de Cuba, sus habitantes viven con la certeza angustiosa de que cualquier trayecto hacia la lancha puede convertirse en tragedia.

Así lo denunció el comunicador independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien publicó este jueves un reporte donde advierte que el muelle de pasajeros —la única vía de salida por agua del lugar— presenta madera rota, huecos abiertos y ausencia total de señalización que alerte del peligro.

Según relató Mayeta Labrada, un hombre mayor cayó recientemente en uno de los huecos. Aunque no sufrió lesiones graves, los vecinos aseguran que no es la primera vez que ocurre un accidente. El deterioro, afirman, fue reportado hace más de un año, pero ni las autoridades locales ni el Ministerio del Transporte han tomado medidas.

"Caracoles no pide lujos. Pide seguridad. Pide humanidad. Pide acción inmediata", concluye la denuncia.

Caracoles está ubicado en el litoral santiaguero, en un entorno donde mar y montaña se entrecruzan. Según fuentes cartográficas, se encuentra cerca de islotes como Cayo Granma y La Socapa. En este paisaje agreste, la embarcación no es solo un medio de transporte: es el hilo vital que conecta a sus habitantes con el exterior, con el trabajo, los suministros… y con la esperanza.

La comunidad, cansada de esperar, reclama una solución urgente antes de que el próximo accidente ya no tenga un final afortunado.

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