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El pueblo de Viñales se cansa y señala directamente a sus dirigentes

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de diciembre de 2025

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Viñales, idílica región de Vueltabajo, no escapa de la adversa situación social que envuelve a todo el país. La ola de comentarios que surge desde distintos rincones de Cuba refleja un descontento profundo, sostenido y cada vez más visible... Esta vez es Viñales el que ocupa nuestra atención.

En lugares como Viñales, que durante años fue una joya turística, la situación se ha deteriorado hasta niveles insospechados. El perfil de La Tijera nos acerca a un fuente ciudadana bajo condición de anonimato que señala directamente a quienes dirigen el municipio: el gobernador Yoslan Martínez González y el intendente Raúl Morales, a quienes acusan de abandono institucional, maltrato a la población, tráfico de influencias y corrupción sistemática, mientras el pueblo enfrenta miseria, apagones, escasez de agua y una creciente inseguridad.

Cuando la gente pide anonimato para denunciar, no es por capricho; es por miedo. Miedo a represalias, a perder lo poco que tienen, a convertirse en blanco de un sistema que no tolera la crítica. Sin embargo, aun con temor, miles de cubanos continúan alzando la voz, conscientes de que es la única herramienta que les queda para reclamar lo que debería ser básico: respeto, derechos y una vida digna.

Los pobladores del hermoso lugar manifiestan que pasan más de dos semanas sin una gota de agua, que no existe una respuesta estatal y que las únicas pipas disponibles son privadas y a precios inaccesibles. La sensación de abandono es total. Las carreteras, que alguna vez se reparaban de apuro cuando un dirigente anunciaba visita, hoy vuelven a llenarse de baches a los pocos días, dejando entrever que los materiales se desvían y que la corrupción se ha convertido en la norma.

Las quejas no se limitan al agua o a las vías destruidas. A diario, los ciudadanos hablan de hambre, apagones interminables, falta de medicamentos, hospitales colapsados y una epidemia de miseria que avanza sin freno. En contraste, los dirigentes parecen vivir desconectados de la realidad, manteniendo discursos vacíos mientras exigen más sacrificios a un pueblo agotado. El contraste entre las carencias de la población y el bienestar de quienes ocupan cargos de poder es cada vez más evidente, alimentando la indignación y el resentimiento.

El perfil de la Tijera nos acerca a este caótica realidad:

"La crisis energética, sanitaria y de servicios ha provocado que cada vez menos turistas visiten Viñales, afectando gravemente la economía local. Sin embargo, según la denuncia, esto no preocupa a las autoridades, que concentran su atención casi exclusivamente en MIPYMES específicas, a las que presuntamente exigen regalos mensuales y comisiones para aprobar proyectos.

El denunciante asegura que solo prosperan los negocios que pueden “resolver”, mientras pequeños vendedores y emprendedores humildes son multados, reprimidos o ignorados si no tienen dinero para entregar.

Otras acusaciones graves se refieren al tráfico de influencias en la aprobación de proyectos económicos, uso indebido de recursos públicos, incluidos vehículos oficiales remodelados y en uso permanente, mientras no hay ambulancias disponibles. Venta y asignación dirigida de gasolina: en el CUPET local “nunca hay combustible para el pueblo”, pero sí para empresarios y viajes privados autorizados por las autoridades.

Vínculos familiares y económicos entre funcionarios y negocios privados, donde “todo queda en familia”. Incluso se denuncia que el intendente tendría participación en una MIPYME de venta de pescado en Puerto Esperanza, mientras que familiares del gobernador controlan puntos clave de distribución de combustible.

Se describe al intendente Raúl Morales como grosero y ofensivo, tratando mal a quienes acuden con problemas. Según el testimonio, solo hablan bien de estas autoridades los miembros del Partido y del propio gobierno. El pueblo, afirma el denunciante, vive reprimido: opinar o criticar puede significar citaciones policiales, amenazas y vigilancia. “Es muy duro vivir así”, señala.

Mientras el pueblo carece de servicios básicos, las autoridades municipales organizan actos políticos constantes —en apoyo a causas internacionales o hechos históricos lejanos—, pero no visitan a los ancianos, muchos de ellos excombatientes de Angola, que no reciben ni carbón ni alimentos.

Las reuniones oficiales, según se denuncia, se realizan frecuentemente en hoteles y restaurantes de Palmares, donde comen y beben con cargo al presupuesto del Estado.

A esto hay que añadir los robos que crecen exponencialmente: motos, caballos, animales y viviendas. La respuesta policial, según el testimonio, es nula: “lo que pasó, pasó”.

Muchos cubanos coinciden en que el país ha llegado a un punto de colapso generalizado....¡y Viñales no es una excepción!


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