Una chica hondureña de 15 años denunció que un agente de la Patrulla Fronteriza en Arizona abusó de ella sexualmente. Según relata la joven, el hombre metió su mano por debajo del sujetador, le bajó la ropa interior, y la tocó. Todo sucedió delante de otros migrantes y miembros de la agencia, quienes se reían de ella.

Esa fue la historia que la jovencita le contó al Departamento de Salud y Servicios Sociales del Gobierno de Estados Unidos, pero no es la única que refleja el maltrato que sufren algunos niños en esos centros.

Según NBC, se han reportado cerca de 30 casos, que se catalogan como "informes de incidentes significativos". Estos hechos casi siempre se conocen después que los niños salen de los centros administrados por el CBP y entonces son atendidos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

La Patrulla Fronteriza dijo en un comunicado que el caso de agresión sexual ya está siendo investigado y que la agencia “trata a todos los que tiene en custodia con dignidad y respeto”.

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