La arena de Copacabana fue testigo de una de las gestas más emocionantes del voleibol de playa cubano en los últimos años. La dupla integrada por Noslen Díaz y Jorge Luis Alayo se quedó a solo un par de puntos de la corona del ProTour Elite16 de Río de Janeiro, al caer en una final de infarto frente a los qataríes Cherif Younousse y Ahmed Tijan, cuartos olímpicos, con parciales de 21-14, 17-21 y 18-16.

El recorrido de los antillanos estuvo marcado por la épica. Tras un inicio cuesta arriba en fase de grupos, con derrota 1–2 ante los brasileños Evandro/Arthur, supieron reinventarse en la ronda de eliminación. Primero, dejaron en el camino a los argentinos Nicolás y Tomás Capogrosso con remontada 2–1; luego pasaron con autoridad (2–0) sobre los austriacos Hammarberg/Berger.

En cuartos de final dieron el golpe del torneo al despachar a los noruegos Mol/Sørum, líderes del ranking mundial, con un 2–1 donde el tie-break terminó 15–5. El dramatismo no se detuvo en semifinales: ante los neerlandeses Boermans/de Groot, salvaron match points y se impusieron 19–17 en un tercer set electrizante.

Ya en la final, la experiencia de Cherif y Ahmed inclinó la balanza en los momentos decisivos, dejando a la isla con un subcampeonato que sabe a gloria.

La medalla de plata en Río de Janeiro reporta a Díaz y Alayo 23,000 dólares como dupla (11,500 por jugador) y, sobre todo, 550 puntos en el ranking mundial para cada uno, un salto vital en su camino hacia la clasificación olímpica y la élite estable del circuito.

Podio masculino: 1.º Qatar (Cherif/Ahmed), 2.º Cuba (Díaz/Alayo), 3.º Países Bajos (Boermans/de Groot).

Con esta actuación, el voleibol de playa cubano confirma que ha vuelto a codearse con los grandes del circuito internacional. En Río no hubo oro, pero sí hubo certeza: Díaz y Alayo son ya una pareja temible y capaz de soñar en grande.

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