Un hecho de justicia popular tuvo lugar recientemente en la intersección de las avenidas 41 y 58, en el municipio habanero de Playa, específicamente en la zona conocida como El FrutiCuba.

Según testigos, un hombre intentó arrebatarle el teléfono celular a una mujer, pero fue sorprendido por un grupo de transeúntes que, sin dudarlo, lo persiguieron y capturaron. El presunto ladrón fue retenido por los ciudadanos visiblemente molestos, hasta que finalmente lo entregaron a las autoridades.

El incidente, que fue grabado por testigos y difundido en redes sociales, ha generado gran repercusión, no solo por la valentía de quienes intervinieron, sino por el creciente malestar de la población ante el aumento de la delincuencia y la aparente indiferencia policial.

Cada vez son más frecuentes los testimonios de personas que deben enfrentar por sí mismas situaciones de peligro, sin contar con una respuesta oportuna de las fuerzas del orden.

"En Cuba, mientras los policías dedican enormes recursos a vigilar y hostigar a opositores políticos y activistas independientes, el ciudadano común se queda a merced de la delincuencia cotidiana", comentó una vecina de la zona, testigo del suceso. Esta percepción se repite a lo largo de la Isla, donde los ciudadanos sienten que las prioridades de las autoridades están desalineadas con las necesidades reales del pueblo.

No es la primera vez que ocurre algo similar. En noviembre de 2023, en el municipio de Centro Habana, varios vecinos atraparon a un hombre que intentó robar una cadena de oro a plena luz del día.

Y en 2024, en Santiago de Cuba, otro grupo de ciudadanos linchó a un presunto ladrón que había asaltado a una anciana en la puerta de su casa. Casos como estos reflejan el hartazgo social y una tendencia peligrosa hacia la justicia por cuenta propia, producto del vacío institucional.

"Cuando la policía falla, el pueblo actúa. Pero esto es una señal de alarma, no de solución", expresó un joven que participó en la captura. Mientras tanto, muchos se preguntan si estos gestos ciudadanos lograrán presionar a las autoridades para que respondan realmente a las demandas de seguridad ciudadana, o si el ciclo de abandono y violencia seguirá profundizándose.

Fuente: La Tijera y usuaria Maripili del Pino

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