Advierte un viejo refrán que “cuando el río suena…”, y así está evidenciado cuando una denuncia aparece por segundo mes consecutivo, primero en un medio independiente y luego en la propia prensa del gobierno cubano.

“El túnel será la próxima víctima del abandono, dentro de poco lo cerrarán y se irá destruyendo sólo como el resto de La Habana”, decía un cubano tras la denuncia, del ciudadano Orlando Alfaro Montoya publicada en CubitaNOW.

Ahora, a través de JR, el cubano Renier Tiel Carrazana, advierte el mismo peligro cada vez que cruza el Túnel de la Bahía con destino a su trabajo.

“Quizá sea apreciación mía, afirma, pero desde que esto comenzó la caída del agua en el centro del túnel ha aumentado. Yo paso en moto y me moja siempre. Solo alerto porque estoy seguro de que a la larga esa solución (la plancha) traerá muchos más problemas. ¿Se imaginan que tengan que cerrar el Túnel de la Bahía para siempre, o que tengamos que lamentar un accidente?”, concluye.

En tanto, la denuncia en CubitaNOW, advertía:

¿Hasta Cuándo? Hace ya bastante rato que, en el interior del túnel de la Habana tienen puesta una plancha de metal. Es irresistible el ruido que provoca cada vez que un vehículo  pasa sobre ella, es verdaderamente ensordecedor. A eso súmenle la filtración que existe en ese mismo tramo, sabemos que el agua salitre es resbaladiza. ¿A qué esperamos, a que pase por ahí Díaz-Canel o a que un vehículo reviente un neumático y provoque un múltiple accidente donde se perderían vidas humanas?

El Túnel de La Habana se inauguró el 31 de mayo de 1958, figura entre las siete maravillas de la ingeniería civil en la isla. Como casi todo en la mayor de las Antillas se hizo antes de la llegada al poder de los Castro.

Pero el sitio tiene ya más de 60 años, de hecho el próximo mes tendrá 63 y sin inversiones y mantenimientos adecuados podría perderse.

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