La comunidad cubana en Texas se encuentra de luto y movilizada para apoyar a la familia de Osmanys Randich, un joven santiaguero de 33 años que perdió la vida en un trágico accidente de tránsito en la ciudad de Port Arthur.

Osmanys, casado y padre de una bebé de apenas meses, sufrió el accidente.

De acuerdo con el reporte policial, el joven perdió el control de su vehículo, que dio varias vueltas antes de impactar violentamente contra un árbol.

Las autoridades confirmaron que falleció en el lugar del siniestro debido a la gravedad de las lesiones.

Su esposa, Isabel Álvarez, enfrenta ahora el dolor de la pérdida y el reto de cubrir los gastos funerarios.

Ante esta situación, la comunidad cubana en Texas ha respondido con solidaridad, organizando una campaña en la plataforma GoFundMe para recaudar fondos y poder brindarle a Osmanys un último adiós digno.

El perfil de Facebook LaTijera difundió la noticia, destacando la urgencia de la ayuda para la familia.

El enlace para las donaciones será compartido en los comentarios, para que todos aquellos que deseen colaborar puedan hacerlo de manera directa.

En casos como este, muchas familias cubanas que viven en el extranjero enfrentan un dilema: repatriar el cuerpo a Cuba o realizar el funeral en el país donde ocurrió el fallecimiento.

El proceso de repatriación de un cadáver desde Estados Unidos a la isla puede costar entre 7,000 y 10,000 dólares, dependiendo de la distancia y de los trámites legales.

Además, implica coordinar con funerarias, aerolíneas y autoridades de ambos países, lo que puede alargar los tiempos y aumentar el costo total.

Por ello, en muchas ocasiones, las familias optan por realizar el sepelio en el lugar donde ocurrió la tragedia, aunque esto signifique que seres queridos en Cuba no puedan despedirse físicamente.

Sin embargo, en el caso de Osmanys, la prioridad de su esposa e hija es honrar su memoria con una ceremonia acorde a lo que él merecía, contando para ello con el apoyo de compatriotas y amigos.

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