Cubanos atrapados en la guerra de Ucrania: promesas rotas, silencio oficial y complicidad estatal
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 6 de julio de 2025

Desde 2022, miles de cubanos han sido reclutados para combatir junto al ejército ruso en Ucrania, en medio de promesas engañosas, falta de información y, según informes ucranianos, con la complicidad del gobierno de Miguel Díaz-Canel. Lo que para muchos comenzó como una oferta de empleo bien remunerado, terminó convirtiéndose en una pesadilla en el frente de guerra.
Uno de los primeros casos que salió a la luz fue el de Andorf Antonio Velázquez García y Álex Rolando Vega Díaz, dos jóvenes de 19 años que aparecieron en un video difundido en redes sociales en agosto de 2023, pidiendo ayuda desesperadamente. Alegaban que fueron contratados para trabajos de construcción, con la promesa de recibir 2.000 dólares mensuales y ciudadanía rusa. Sin embargo, fueron enviados directamente a la línea de combate. “Todo ha sido una estafa”, decían en aquel entonces.
Según datos de la inteligencia ucraniana, más de 20.000 cubanos podrían haber sido captados por redes de reclutamiento vinculadas al régimen. Aunque algunos expertos consideran inflada esa cifra, se estima que entre 6.000 y 7.000 combaten actualmente, lo que representaría la mayor operación militar cubana en el extranjero desde Angola. Se calcula que entre 200 y 300 han muerto en el conflicto.
Los nombres y rostros de algunos de los caídos han circulado en redes sociales: Raibel Palacio, de 21 años, murió por el ataque de un dron; Yansiel Morejón, de 26, era un exboxeador y maestro; y Michael Valido, de 31, esperaba regresar pronto a la isla. Muchos otros permanecen desaparecidos o en paradero desconocido.
En mayo pasado, la Dirección de Inteligencia de Ucrania reveló que entre marzo y ese mes llegaron al menos 1.000 nuevos reclutas cubanos, y al menos 38 ya han muerto. Según el parlamentario ucraniano Maryan Zablotskyy, cerca del 40% de los cubanos reclutados tienen vínculos directos con el aparato militar de La Habana, mientras que el resto son civiles que firmaron contratos sin conocer realmente los riesgos.
Zablotskyy asegura que muchos fueron atraídos por intermediarias como Elena Shuvalova y Dayana, que ofrecían “paquetes” de viaje a Rusia sin necesidad de visa, dado que los cubanos pueden entrar a ese país sin dicho requisito. Prometían contratos, altos salarios y ciudadanía rusa tras un año de servicio. Pero ya en Moscú, los reclutas eran llevados a bases militares donde firmaban sin entender los documentos en ruso. “Muchos desconocen que están yendo a una guerra”, afirmó el legislador.
Entre los casos más dramáticos está el de Frank Dario Jarrosay Manfuga, exprofesor de Geografía de 36 años, que viajó a Rusia para trabajar como constructor. Terminó en el frente y fue capturado por las fuerzas ucranianas en marzo. Hoy está encarcelado, y según contó el activista Orlando Gutiérrez Boronat, Frank prefiere seguir preso antes que regresar a la miseria en Cuba.
Mientras tanto, el gobierno cubano ha mantenido una postura ambigua. Aunque al inicio negó cualquier vínculo con la red de reclutamiento, llegó a encarcelar a 17 personas en 2023, acusándolas de tráfico de personas. Sin embargo, más tarde se conoció que estas fueron liberadas, y desde entonces no ha habido nuevos procesamientos. En público, La Habana insiste en que no forma parte del conflicto. No obstante, su silencio frente a los cientos de cubanos muertos y su respaldo diplomático a Rusia dicen lo contrario.
El propio Díaz-Canel expresó en 2023 su respaldo a Vladimir Putin en su “operación militar especial”. La estrecha relación entre ambos países incluye préstamos millonarios, condonaciones de deuda y cooperación energética, lo que explicaría el interés del régimen en no confrontar a su aliado.
Para Zablotskyy, está claro que Cuba participa activamente, aunque sea de forma encubierta. “Sin la aprobación del gobierno cubano, este reclutamiento masivo no habría sido posible”, afirmó. Y advirtió que el costo para los jóvenes cubanos es muy alto: “Muchos no regresan, los contratos se extienden indefinidamente, y ni Rusia ni Cuba se responsabilizan por ellos”.
El parlamentario ha pedido sanciones a La Habana por permitir esta práctica, y llamó a los cubanos a no dejarse engañar. “El Gobierno cubano no reconoce a los prisioneros, y los rusos incumplen las promesas. Hay que pensarlo dos veces antes de firmar un contrato que puede costar la vida”, concluyó.
(Con información de El País)