Un periodista cubano ha quedado atónito con los precios de los artículos que se comercializan en las tiendas de venta a plazos propuestas por el gobierno de la isla.

El joven advierte que se trata de precios privativos para un ciudadano común:

Hoy fui a ver con mis propios ojos la buena nueva de la ciudad: la primera tienda de venta a plazos en la provincia, inaugurada el domingo. Mi novia se entusiasmó tanto que me habló de la oportunidad de comprar un gavetero, y casi me entusiasma a mí hasta que pronunció de forma apenas imperceptible una cifra que todavía retumba en mis oídos: !12 mil pesos!, que aun a plazos resulta una dentellada en el alma, no digo ya en el bolsillo. Por eso decidí visitar la tienda, y al constatar el precio de los demás muebles mejor me apresuro y digo que sí porque si se le antoja comprar una puerta, (mi casa necesita una reparación capital en la carpintería) me sentiré como Daniel, el esposo de la protagonista de la novela Rosas a crédito….. ( ¿en serio que nadie se ha dado cuenta de los precios escalofriantes o soy yo el único con complejo de esquimal?)

Su publicación dio pie a otros comentarios al respecto:

“La dirección del país debe lejos de permitir que suban los precios estatales, revisar los ya establecidos. La población media, que es la mayoría no puede subsistir con esos precios alocados e ilógicos”, dice la internauta Lilia García.

“Sin comentarios, ¿de dónde salieron esos artículos que a todo cubano hacen falta para que se encarecieran tanto? No entiendo el fenómeno de la formación de precios en Matanzas”, advierte Aleideline Sanfiel.

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