El cubano Mario Lara logró crear un club de fútbol en Miami después de llegar a Estados Unidos como migrante y tener que recomenzar una vida, sobreponiéndose a las dificultades del trayecto que nunca le hicieron perder su pasión por el deporte.

Nacido y criado en Pinar del Río, el fundador y DT del Fortuna Soccer Club, hoy piensa que tomó la mejor decisión al marcharse de la isla y llegar al país norteamericano, aunque confiesa que migrar nunca estuvo entre sus planes.

“Emigrar no fue una opción totalmente mía, pues muchos factores ayudaron o me empujaron. Realmente, nunca tuve intenciones o deseos de emigrar, soy bastante del terruño y de mis amigos; trabajaba ayudando a niños de uno de los barrios más pobres de Pinar con un grupo de la iglesia a la que pertenezco”, contó a la revista independiente Play Off.

“Tras graduarme de médico, se me envió a trabajar a Mantua, en un movimiento que nunca entendí pues en principio se me había ubicado en San Cristóbal. Desde el día uno tuve muchos problemas con la Jefa del Sector de Salud de ese municipio, debido a que ella no veía con buenos ojos a las personas religiosas y por mi manía de decir lo que pienso. Así que, para evitar mayores problemas o complicaciones, decidí viajar a Estados Unidos”, explicó.

En un comienzo salió de Cuba a Miami, donde vivía su familia por parte de padre. “Comencé trabajando en tiendas y otras cosas, además de estudiar. Después de un año, surgió la posibilidad de viajar a Colombia, en donde trabajaría como médico, así que tomé rumbo a Sudamérica”, dijo.

Allí trabajó como médico en Barranquilla, Medellín y Magdalena. En la primera de esas ciudades conoció a su actual esposa y nació su primera hija. Pero en Colombia no le llegaba información del fútbol cubano igual que en Miami, por lo que estuvo alejado de esa realidad.

La inestabilidad en el país sudamericano por las guerrillas en la zona donde trabajaba, lo forzó a regresar a Miami por cuestiones de seguridad. “De nuevo la misma historia: dos trabajos, regresar a la escuela, estudiar Rayos X; en fin, 7 días a la semana y sin descanso. Era la vida de cualquier emigrante con ganas de trabajar y progresar cuando llega a un nuevo país”, recordó.

“En 2002, me uní al US Navy como Corpsman, una especie de médico, enfermero y técnico de urgencias, todo en uno y fui asignado a varias unidades con los Marines, con quienes trabajé por unos ocho años hasta que sufrí lesiones en los tendones de Aquiles. Unas cuatro cirugías tratando de arreglar el tendón derecho sin éxito y limitación de movimiento en el tobillo derecho, hicieron que me licenciara del ejército y regresara a Miami en 2012”, detalló.

Cuatro años antes había iniciado el Blog del Futbol cubano, página que salió a la luz en medio del proceso de recuperación de una de las cirugías. También recuerda los amargos años en que estuvo separado de su familia en Colombia, a la espera de los procesos migratorios.

Pero piensa que Estados Unidos fue la decisión correcta. “Es un país de reglas y de muchas oportunidades: puedes llegar a ser lo que quieras, siempre y cuando quieras hacerlo. El sacrificio y trabajo siempre son recomendados, no como en Cuba, donde siempre encontrabas un techo que no te dejaba progresar hicieses lo que hicieses”, dijo.

“(…) Logré crear y mantener un club de fútbol y he podido ayudar a muchos jóvenes a lograr sus sueños y he servido de ejemplo para otros, así qué: ¿Qué más se puede pedir? (…)”, agregó.

Lara ha mantenido el equipo con su esfuerzo, gracias a los trabajos que ha realizado. El Fortuna Soccer Club está integrado mayoritariamente por cubanos, incluso algunos recién llegados al país norteamericano. En julio, el equipo obtuvo el título de la Miami Cup, un torneo internacional organizado por la World Soccer Foundation. 

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