El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, fue abatido en un ataque aéreo israelí en Beirut el viernes, según confirmaron tanto las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como la propia organización extremista. El portavoz militar israelí, David Avraham, declaró que Nasrallah fue neutralizado durante un bombardeo sobre un cuartel general de Hezbollah, ubicado bajo un edificio residencial en el área de Dahye, mientras planificaba nuevos ataques contra Israel.

Junto a Nasrallah, también murió Ali Karki, comandante del Frente Sur de Hezbollah, y otros altos mandos. Este operativo, basado en inteligencia proporcionada por las FDI y otras agencias israelíes, se considera un golpe crucial contra la organización armada, que ha intensificado sus ataques desde el estallido de la guerra en Gaza el 7 de octubre del pasado año.

El ataque, llevado a cabo por la Fuerza Aérea de Israel, marca un mensaje claro del ejército israelí, que afirmó en un comunicado que comenzará a actuar contra cualquier amenaza terrorista dirigida al Estado ya su población.

Hezbollah confirmó la muerte de Nasrallah luego de que se perdiera contacto con él desde la noche del viernes, lo que había generado rumores sobre su fallecimiento. Aunque en ocasiones anteriores se había especulado con la muerte del líder, como ocurrió durante la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah, esta vez el ejército israelí asegura haberlo eliminado.

Hezbollah comenzó a atacar a Israel tras el ataque de Hamas, intensificando la situación en la región. Las hostilidades han obligado a Israel a desviar parte de sus recursos militares de la franja de Gaza hacia el sur del Líbano, donde el grupo terrorista ha mantenido una presencia activa.

Nasrallah, de 64 años, fue una figura clave dentro del movimiento chiita en Líbano. Nacido en 1960 en Beirut, se unió al Movimiento Amal a temprana edad, para luego ser influenciado por la Revolución iraní de 1979. En 1982, participó en la fundación de Hezbollah, una organización armada apoyada por Irán que surgió tras la invasión israelí del Líbano. En 1992, asumió la dirección del grupo tras la muerte de su mentor, Abbas Mousavi, en un ataque israelí.

Bajo el liderazgo de Nasrallah, Hezbollah se consolidó no solo como una fuerza militar, sino también como un actor político influyente en el Líbano, ganando escaños en el Parlamento y estableciendo una red de servicios sociales para la comunidad chiita, financiada principalmente por Irán. Hezbollah mantuvo su poder político y militar, incluso logrando un veto en el gabinete libanés en 2008.

Nasrallah fue conocido por su retórica beligerante contra Israel, llegando a describir al Estado judío como una “débil telaraña” tras la retirada de Israel del sur del Líbano en 2000, lo que fortaleció su imagen dentro del movimiento de resistencia.

A pesar de las numerosas crisis políticas y sociales en el Líbano, Nasrallah se mantiene como una figura central del conflicto con Israel. Su muerte representa un golpe significativo para Hezbollah, aunque está por ver cómo el grupo reaccionará ante la pérdida de su líder.

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