El representante de Portugal, Pedro Pablo Pichardo (cubano) confirmó su dominio mundial en el triple salto al conquistar la medalla de oro en la final del Campeonato del Mundo de Atletismo de Tokio, con un salto de 17,91 metros. El atleta nacido en Cuba, campeón olímpico en Tokio 2021 y monarca mundial en Eugene 2022, volvió a mostrar consistencia y técnica impecable para mantener el cetro de la especialidad.

La gran sorpresa de la final fue el italiano Andrea Dallavalle, quien logró su mejor registro histórico con 17,64 metros, resultado que le otorgó la medalla de plata y lo consolida entre la élite de la disciplina. Dallavalle, de 25 años, venía mostrando progresión constante desde su bronce europeo en 2022, pero no había alcanzado hasta ahora una marca de semejante envergadura en un escenario global.

El bronce correspondió al cubano Lázaro Martínez, campeón mundial en pista cubierta en 2022, quien clavó un sólido 17,49 para regresar al podio después de un año marcado por lesiones y altibajos. Martínez, también medallista en los Juegos Panamericanos, confirmó que sigue siendo uno de los saltadores más regulares del circuito internacional.

La competencia fue exigente desde el inicio, con varios intentos válidos por encima de los 17 metros. Pichardo aseguró el título en su tercer salto, mientras que Dallavalle se adueñó del segundo puesto con un intento de 17,64 que desató la ovación del Estadio Nacional de Tokio. Otros finalistas destacados fueron el argelino Yasser Triki, cuarto con 17,36, y el estadounidense Donald Scott, quinto con 17,22.

Con este triunfo, Pichardo suma su segundo oro mundial al aire libre, además del título olímpico y de dos coronas en el Campeonato Europeo. Dallavalle inscribe su nombre por primera vez en un podio planetario, y Martínez ratifica el peso histórico de Cuba en el triple salto, donde otro cubano Jordan Díaz, representante de España y Campeón Olímpico en París, no pudo estar por lesión.

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