Un contundente mensaje publicado por Fabio Prieto Veiga en su perfil de Facebook ha generado reacciones dentro de la comunidad cubana en el exilio, al abordar el tema del retorno a Cuba desde una experiencia personal marcada por la represión política, la migración forzada y las decisiones individuales. El texto está dirigido al joven Yoe Villares Fernández, quien recientemente expresó su decepción con la inseguridad migratoria y la persecución de ICE en Estados Unidos, y anunció su decisión de regresar a Cuba tras vivir un tiempo fuera de la Isla.

En su testimonio, Fabio Prieto hijo de un periodista independiente cubano, uno de los detenidos durante la Primavera Negra de 2003, cuando el gobierno cubano encarceló a 75 opositores, entre ellos numerosos comunicadores y activistas. Ese hecho marcó profundamente su vida y definió su salida del país.

Prieto recuerda que una noche, alrededor de las siete, agentes de la Seguridad del Estado llegaron a su casa para informarle que figuraba en una lista preparada por su padre con el objetivo de que pudiera salir de Cuba hacia España. Ante la pregunta directa de si quería irse, respondió sin dudar. No solo deseaba reencontrarse con su padre, sino que lo impulsaba —según relata— la necesidad de que él pudiera vivir en libertad, lejos de la represión.

Su llegada a España estuvo marcada por la incertidumbre. Afirma que no tenía un plan claro y que todo le resultaba nuevo, distante e incluso frío. Sin embargo, un año y ocho meses después logró viajar a Estados Unidos, nuevamente gracias al caso político de su padre. Ese traslado representó otro punto de inflexión en su vida.

Al arribar a Miami, recuerda con emoción el trayecto en una pequeña guagua desde el aeropuerto hasta el hotel. En el camino, ver banderas cubanas colgando de los espejos retrovisores de los autos le produjo un profundo sentimiento de orgullo y pertenencia. Para Prieto, ese gesto simbolizaba una Cuba libre que existía fuera de la isla.

Quince días después decidió mudarse a Portland, Oregón, con el objetivo de aprender inglés y rehacer su vida. Allí permaneció cinco años, etapa que describe como decisiva para su crecimiento personal. Según sus palabras, ese período lo transformó y le permitió convertirse en una persona distinta, más consciente del valor de las decisiones y del esfuerzo individual.

Actualmente reside en Miami, ciudad que reconoce como una de las más caras de Estados Unidos. En su mensaje explica que vive allí no por azar, sino porque tomó decisiones, se movió y no se quedó esperando. Esa afirmación funciona como el eje central de su texto dirigido a Yoe Villares Fernández, a quien interpela por su decisión de regresar a Cuba tras sentirse presionado por la realidad migratoria estadounidense.

Sin entrar en un análisis político directo sobre ICE o las políticas migratorias, Prieto contrapone dos caminos: el de quienes, pese a las dificultades, deciden permanecer fuera y seguir luchando por su proyecto de vida, y el de quienes optan por volver a Cuba. Su mensaje, cargado de tono personal y confrontativo, refleja una postura clara: para él, regresar a Cuba no es una opción viable tras haber conocido la represión desde dentro.

El texto de Fabio Prieto Veiga vuelve a poner sobre la mesa un debate recurrente y sensible dentro del exilio cubano: la responsabilidad individual, el peso de las decisiones personales y el significado de regresar a un país del que muchos salieron huyendo de la falta de libertades y termina diciendole a Yoe: "asere, espero que te vaya bien en Cuba".

Crédito: Perfil de Facebook de Fabio Prieto Veiga.

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