Los cubanos residentes en la Isla ya no necesitan un “sponsor” para viajar de vacaciones a Punta Cana, uno de los destinos más populares del Caribe por sus playas, hoteles todo incluido y ambiente relajado. La eliminación de este requisito, que durante años limitó a miles de personas, permite viajar con mayor autonomía y sin depender de un residente en Estados Unidos para coordinar fechas o trámites.

El cambio no solo simplifica el proceso: abre una puerta emocional clave. Ahora es posible regalar vacaciones reales a familiares en Cuba —madres, hermanos, hijos— pagando el paquete completo desde el exterior, sin gestiones complejas ni intermediaciones innecesarias. Además, República Dominicana se consolida como punto de encuentro neutral para familias separadas por años, evitando los obstáculos de viajar a EE. UU. o el retorno a Cuba.

Para muchos, esto significa reencontrarse tras 5, 10 o 15 años sin verse. Vacaciones que antes eran inviables hoy se convierten en una experiencia compartida, con descanso, seguridad y servicios pensados para disfrutar sin preocupaciones.

En ese contexto, DimeCuba ofrece paquetes desde 999 USD para viajar desde Cuba a Punta Cana. Con una reserva inicial de 500 USD, el plan incluye vuelo directo, gestión de la cita consular, equipaje de mano y una maleta facturada. El único costo adicional es la visa (160 USD), que se paga directamente en la oficina autorizada por el consulado en La Habana.

La agencia se encarga de coordinar el proceso completo —desde la cita hasta la documentación— para que la familia solo deba asistir y pagar la tarifa correspondiente. Los pagos pueden realizarse fuera de Cuba, ya sea de forma presencial en Florida o a distancia por teléfono o WhatsApp, con acompañamiento paso a paso.

Con este nuevo escenario, viajar desde Cuba a Punta Cana deja de ser una excepción y se convierte en una oportunidad real para reunirse, celebrar y descansar juntos, sin ataduras ni complicaciones.

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