La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) ha intensificado sus mensajes dirigidos a los residentes permanentes legales. En una publicación reciente en su cuenta oficial en X (antes Twitter), CBP recordó que todo extranjero mayor de 18 años debe portar en todo momento su tarjeta de residencia (green card).

“No hacerlo puede derivar en un delito menor y multas si eres detenido por las autoridades federales”, advirtieron. Además, subrayaron: “Si no eres ciudadano, cumple con las leyes de Estados Unidos”.

Este requisito está establecido en la sección 1304(e) del Título 8 del Código de EE.UU., y su incumplimiento puede acarrear una multa de hasta 100 dólares por cada infracción. Aunque no tener la tarjeta consigo no implica una deportación automática, sí puede generar complicaciones en futuros procesos migratorios como la naturalización. CBP dejó claro que ni las copias impresas ni las fotos digitales sustituyen el documento físico obligatorio.

"Tener una tarjeta verde es un privilegio, no un derecho", reiteró CBP en otro mensaje reciente, en el que recordó que violar leyes federales, estatales o locales puede llevar a la revocación del estatus migratorio.

También alertaron que los residentes permanentes con antecedentes penales podrían ser detenidos al reingresar al país.

A esta serie de advertencias se suma el reciente incremento de tarifas por parte del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), vigente desde el 17 de julio de 2025. Las nuevas tarifas afectan trámites como solicitudes de residencia, apelaciones y ciertos permisos, haciendo más costoso el mantenimiento o la regularización del estatus migratorio. Además, el examen médico requerido para varios procesos solo tendrá validez mientras la solicitud esté activa.

Abogados migratorios también han advertido sobre el peligro de firmar el formulario I-407, utilizado para renunciar voluntariamente a la residencia permanente. “Firmarlo sin asesoría legal puede significar la pérdida definitiva de la Green Card”, advierten.

Este endurecimiento en el cumplimiento de normas migratorias y la presión sobre residentes permanentes se produce en un contexto político donde la inmigración legal también está bajo constante escrutinio.

La recomendación general es clara: portar siempre la green card, mantenerse informado sobre las leyes, y evitar cualquier error que pueda poner en riesgo la residencia en Estados Unidos.

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