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Cubano desafía al sistema viviendo sin pagar renta en Miami Beach desde su barco en la bahía

Redacción de CubitaNOW ~ martes 1 de julio de 2025

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En la costosa bahía de Miami Beach, donde los alquileres pueden alcanzar entre 4.000 y 6.000 dólares mensuales, un cubano ha decidido salirse del sistema tradicional y vivir sin pagar renta.

Se llama Marcos y ha convertido una vieja embarcación en su hogar flotante, desafiando no solo los altos precios del mercado inmobiliario, sino también las regulaciones impuestas por las autoridades locales.

“No puedo pagar un alquiler y tampoco quiero hacerlo. Me gusta el mar”, afirma con tranquilidad. Su decisión no es única: forma parte de una comunidad de personas que, como él, han transformado pequeños barcos, pontones y veleros en viviendas permanentes. Para muchos, esta elección representa una forma de libertad y resistencia frente a un sistema que consideran excluyente y abusivo.

Miguel, un español que lleva más de diez años viviendo en su velero, define esta experiencia como “la forma más cara de vivir gratis”. Aunque no pagan renta, los gastos de mantenimiento, agua y electricidad pueden sumar hasta 800 dólares al mes. Aun así, asegura que la recompensa está en la paz mental y la independencia. “Cuando ya no tienes nada que perder, eres libre”, afirma.

“Nos quieren fuera porque nuestra existencia es una comparativa incómoda. Vivimos con poco, pero vivimos bien. Sin estrés, sin hipotecas, sin jefes”, dice otro de los residentes, con voz firme. Esta filosofía de vida ha crecido en popularidad, pero también ha despertado el rechazo de las autoridades, que han empezado a imponer tarifas diarias por fondear, además de amenazas de multas y arrestos para quienes incumplen las regulaciones.

La comunidad flotante también enfrenta otros desafíos: acceso limitado a servicios básicos, inseguridad por robos, barcos abandonados que contaminan y deterioran el entorno, e incluso la amenaza constante de huracanes. A pesar de esto, entre ellos existe un fuerte lazo de apoyo mutuo. “Nos odiamos y nos queremos, como una familia”, comenta entre risas un veterano del agua.

El venezolano Néstor, con 17 años de vida marina, denuncia con claridad: “Nos están empujando a volver al sistema, a pagar impuestos y vivir bajo control. Pero muchos de nosotros elegimos esta vida por convicción, no por necesidad”.

Así, estos marineros urbanos resisten en sus barcos, aferrados al último rincón de libertad en una ciudad donde vivir en tierra firme se ha convertido en un privilegio para pocos.

Fuente: Periódico Cubano

Foto: Diego Revuelta TV


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