Un video que circula en redes sociales, específicamente desde el perfil de Saul Manuel, ha generado indignación y debates sobre el trato a los trabajadores informales en Cuba.

En la grabación se observa a dos policías decomisando un bicitaxi a un joven, quien queda sentado en un banco visiblemente llorando mientras ve desaparecer su medio de trabajo.

Durante la filmación, la persona que registra el incidente comenta:

El video, compartido ampliamente, ha generado reacciones encontradas entre usuarios de redes sociales.

Algunos expresan solidaridad con el joven trabajador y critican la actuación de las autoridades, calificándola de injusta y desproporcionada, mientras otros argumentan que el control de transporte informal es una medida regulatoria que busca mantener el orden en la ciudad.

El bicitaxi, medio de transporte alternativo que permite a muchos jóvenes generar ingresos en contextos de escasez laboral, se ha convertido en un símbolo de supervivencia económica para cientos de familias en la isla.

La incautación de este tipo de vehículos genera no solo un perjuicio económico inmediato para el trabajador, sino también un impacto psicológico evidente, como muestra la reacción del joven en el video.

El incidente también ha abierto un debate más amplio sobre la eficiencia y prioridades de la policía cubana, pues en la grabación se critica que, mientras los trabajadores informales son sancionados, los delincuentes suelen quedar impunes.

Para muchos cubanos, el video refleja la tensión entre la población que lucha por sobrevivir con medios legítimos y un sistema que no siempre protege a los más vulnerables.

Este caso se suma a otras denuncias similares que circulan en redes sociales sobre decomisos de bicitaxis y carretillas, y plantea interrogantes sobre cómo equilibrar la seguridad, la regulación y los derechos de los trabajadores informales en Cuba.

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