La activista prodemocracia Rosa María Payá ha sido elegida como nueva comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), convirtiéndose en la primera cubana en formar parte de este importante órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La votación, realizada este viernes en el marco de la Asamblea General de la OEA, le otorgó a Payá un total de 20 votos de los Estados miembros. La candidatura había sido presentada formalmente por Estados Unidos, que destacó su trayectoria como defensora de derechos humanos y su liderazgo en iniciativas por la democracia en América Latina.

Payá, de 36 años, es fundadora del movimiento Cuba Decide y directora ejecutiva de la Fundación para la Democracia Panamericana, organizaciones dedicadas a impulsar el cambio político en Cuba mediante un plebiscito vinculante. Su activismo la ha llevado a intervenir en foros como el Parlamento Europeo, el Senado de EE.UU., el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y varias cumbres internacionales.

“Estoy profundamente agradecida a los Estados Unidos por su respaldo, así como a cada uno de los Estados miembros por el diálogo honesto durante esta campaña”, expresó la activista en un video tras conocerse los resultados. “Nací en un país donde la democracia no existe. Sé, por experiencia, el daño que hace vivir sin libertad”, añadió.

Rosa María es hija del disidente cubano Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), quien falleció en 2012 junto al también opositor Harold Cepero en un incidente que su familia ha denunciado como un asesinato ordenado por el régimen de La Habana.

Como nueva comisionada, Payá ha dicho que su prioridad será fortalecer la eficacia de la CIDH y acercarla a las víctimas. “Quiero trabajar por una Comisión más eficiente, más eficaz y más cercana a quienes más lo necesitan, pero también con un diálogo constructivo con los Estados miembros”, aseguró.

La CIDH es un órgano clave en la defensa de los derechos humanos en el continente americano. Fundada oficialmente en 1960, sus siete miembros son electos a título personal, sin representar a sus gobiernos, lo que garantiza su independencia. Desde sus inicios, la Comisión ha realizado visitas a países, elaborado informes, dictado recomendaciones y visibilizado violaciones de derechos humanos, incluyendo las primeras emitidas contra el gobierno cubano en los años 60.

Entre los logros recientes de Rosa María Payá se destacan reconocimientos como el Premio Morris Abram de Derechos Humanos (2019) y el galardón al Valor de la Sociedad del Sentido Común (2022).

Su elección ocurre en un momento clave, cuando el respeto a los derechos humanos enfrenta retrocesos en varios países de la región. La incorporación de Payá a la CIDH representa no solo un hito personal y familiar, sino también un símbolo político para miles de cubanos que, dentro y fuera de la isla, ven en su figura una voz legítima de resistencia pacífica.

Con esta designación, Rosa María Payá se convierte en la primera persona nacida en Cuba en asumir un asiento en el organismo, lo que refuerza el peso de la sociedad civil cubana en los espacios internacionales de defensa de los derechos humanos.

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