“Yo digo no” dice la doctora cubana Alina Arcos Fernández-Britto quien asegura no tomará parte de la farsa de las elecciones en Cuba.

“…no me es suficiente con anular la boleta o votar en blanco. Eso bastara si el hecho fuera solo que desaprobara a los candidatos, a los que en realidad no propuse ni elegí como mis representantes y que de hecho no me representan. Exactamente como siempre se pretendió. Porque nunca fuimos nosotros a quienes debían de servir…ni nuestros derechos, libertades o intereses los que había que defender. Y debo reconocer, que para variar, han sido eficientes”, denuncia la cubana.

Arcos Fernández-Britto se refirió a las próximas elecciones donde el régimen cubano pretende validar su cuestionada democracia.

“Creo que con mi asistencia a las urnas, estaré validando un proceso y un sistema electoral que abiertamente rechazo. Que es una farsa desde su concepción, porque no le da la más mínima oportunidad a mi inconformidad o mi disenso…ni al de otros. Que ignora mis opiniones y anula mi voz. Que no nos permite cambiar lo que consideramos “que debe ser cambiado”, ni siquiera si esos, que creemos en la necesidad del cambio, terminamos siendo mayoría. Lo cual es francamente antidemocrático”, advierte Alina agregando “el sufragio es un derecho y a la vez un acto voluntario, según refrenda la Constitución. Yo elijo (esta vez la palabra sí adquiere su verdadero significado) si acudo a las urnas o no. Si para mi es o no primordial, ejercer mi exiguo derecho al voto. Porque… ¿de qué me sirve el voto si no tengo voz?”.

La doctora cubana reconoce que su acto de no asistir el próximo 26 de marzo, no hará la diferencia pero servirá para al menos declarar abiertamente que no comulga con el gobierno.

“Evidentemente mi acto no alcanzará para lograr una solución. Pero sin dudas puedo optar por no contribuir con el problema. ¡Esa también es una elección! Y será mi elección.

Hay un motivo adicional para mi inasistencia a las urnas. Anular la boleta o votar en blanco, me proporciona la satisfacción de poder rebelarme y desobedecer (por demás, legalmente), con la dádiva de permanecer en la sombra, en el cómodo y conveniente anonimato. Pero yo quiero, necesito y tengo el derecho de manifestar abiertamente como ciudadana cubana, que desapruebo la gestión de este gobierno”, declaró.

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