En un hecho que ha conmocionado a la sociedad dominicana, cuatro niños perdieron la vida a manos de sus propios padres, según reportó la Policía Nacional. Los casos se registraron en dos incidentes separados que evidencian la creciente preocupación por la violencia filicida en el país.

El primer suceso ocurrió en Santo Domingo Este, donde Pennsylvania Jiménez Valdez de 36 años presuntamente envenenó a sus tres hijos de 11, 9 y 7 años antes de quitarse la vida con la misma sustancia.

La mujer habría mezclado el veneno con jugo; los cuerpos fueron encontrados en su residencia por las autoridades. Junto a ellos se halló una nota manuscrita atribuida a la mujer, cuyo contenido aún no ha sido revelado oficialmente.

La policía indicó que se realizarán autopsias para determinar la causa exacta de muerte y análisis toxicológicos a la sustancia hallada en la escena del crimen.

Horas antes, en otra zona de la capital, la policía arrestó a Dionys Zabala Reyes, sospechoso de asfixiar a su hijo de un año y ocho meses. Según informaron las autoridades, se entrevistó a familiares cercanos del detenido, quienes afirmaron haber notado un comportamiento inusual en los días previos al crimen. La investigación de la escena se mantiene abierta para esclarecer las circunstancias exactas del homicidio.

Estos hechos se suman a una serie de casos recientes que han puesto en alerta a la población y a las autoridades sobre la violencia contra los menores. Solo en lo que va de agosto, se reportaron cuatro infanticidios en el país.

Casos previos incluyen a una pareja arrestada por la muerte de una niña de siete años, quien presentaba signos de maltrato físico, y un hombre que presuntamente ahorcó a su hijo de dos años antes de suicidarse en Nagua, al noreste de la República Dominicana.

La creciente frecuencia de estos crímenes refleja un problema social que requiere atención inmediata. El país registra una tasa de homicidios de 8.20 por cada 100,000 habitantes en lo que va del año, y los expertos en seguridad advierten que la violencia filicida, aunque menos visible, es igual de alarmante.

Las autoridades llaman a fortalecer la prevención, la educación y la intervención temprana en casos de conflicto familiar y riesgo de violencia infantil. Mientras tanto, la sociedad dominicana enfrenta la dolorosa realidad de que, en algunos hogares, los menores de edad no encuentran protección, sino peligro, lo que plantea un desafío urgente para el Estado y la comunidad en general.

Fuente: Diario Libre

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