La cantante cubana Ariadna Machado denunció públicamente al doctor Julián Blanco Soto, quien la atendió en el Hospital Fructuoso Rodríguez de La Habana esta semana cuando asistió a una de sus consultas por una fractura que sufrió recientemente.

El pasado martes la joven contó que sus redes sociales que había tenido que irse del hospital porque no había yeso y que el médico que la atendió ni siquiera le dio una orden para intentar gestionarlo en otro lugar.

Tras hacer pública su historia, Machado logró que le pusieran un yeso.

"Quiero agradecer a todos y especialmente a aquellos amigos que me brindaron colaboración inmediata. Ya se resolvió todo, ya fui atendida debidamente y me pusieron el yeso, gracias a ustedes, que le dieron significación que este hecho con sus opiniones, palabras de apoyo y estima", comentó.

No obstante la cantante quiso hacer pública su denuncia y detalló todo lo vivido el pasado martes en el Hospital Fructuoso Rodríguez.

A continuación reproducimos sus palabras.

Denuncia abierta:

Luego de que en mi primera visita al Hospital Fructuoso Rodríguez fuera humillada por el personal presente en Servicio de Urgencias, fundamentalmente por la auxiliar de Cuerpo de Guardia quien sin ningún reparo ni ética y desgañitándose en mi cara amenazó públicamente con llamarme a la policía (hago constar que uno de los médicos de Guardia salió de consulta y la mandó a callar a gritos); simplemente por el hecho de hacer notar mis derechos como paciente según el concierto que me señalaran en la propia dirección de este hospital...

Bien, luego de ello y pasadas dos semanas asistí a la consulta correspondiente donde los condolientes tuvimos que esperar algunas horas porque comenzara el largo proceso, ya que no había agua en el hospital. Llegado el ansiado momento me pasaron con el Dr. Julián Blanco Soto. Pregunté sorprendida por qué. Si aquí en mi cita dice claramente Dra. Amelia... Sin más preámbulo accedí a consultarme con el Dr. Julian Blanco Soto puesto que lógica y aparentemente esto no me parecía un atropello.

Sin embargo desde que entré en su consulta comencé a sentirme fuera de órbita, tal y como el primer día me dije para mis adentros esto no puede ser normal. El Dr. Julián escribía sin siquiera advertir mi presencia. Esperé a que me indicara que podía sentarme y al cabo de un rato opté por no esperar más y tomé asiento. Sin mirarme me preguntó literalmente ¿qué te pasa?

Le expliqué pacientemente sin caer en la cuenta de su actitud. Luego miró mi placa y me dijo desgalillándose: Yo no veo nada aquí, es más, aquí no hay fractura. Esto no lleva yeso. Vaya, te voy a ver en dos semanas para repetirte la placa, pero ahí no tienes nada.

Respiré y de manera equilibrada traté de describirle el dolor y la molestia porque ya la férula me quedaba demasiado holgada, a lo que me contestó Cuídala porque no hay yeso.

En ese momento me levanté y tuvimos unas breves palabritas sobre el asunto de por qué no hay yeso en Cuba si Cuba es una mina de yeso.

Creo que no es contraproducente sugerirle a las personas que si tuvieran consulta con el Dr. Julián Blanco Soto siempre busquen una segunda opinión, o mejor aún definitivamente no se atiendan con este médico, ya que sus rasgos distintivos son la indolencia, la falta de ética profesional y la iatrogenia. 

PD: Aquí te dejo la placa Juliancito, para ver si por fin logras ver la fracturita mi vida, no me extraña que no hayas podido hacerte aún los espejuelos mi sol apagado, si no hay ni escayola en este paisito!!!! Pero ya resolví, oíste mi querer, no te preocupes!!!!!

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