Por primera vez desde 1959, una ley cubana legaliza la producción de energía por parte de actores independientes, tanto privados como personas jurídicas (cooperativas, pequeñas empresas, empresas estatales, etc).

Desde noviembre de 2019 ha entrado en vigor el Decreto-Ley 345, que regula el desarrollo de las energías renovables y su uso eficiente. Desde este momento, los cubanos pueden adquirir paneles solares para generar electricidad para uso propio. Además, podrán vender sus excedentes de electricidad al sistema eléctrico nacional.

El Gobierno cubano brindará préstamos de hasta el 100 por ciento del valor para la compra de las instalaciones. La venta de los equipos y sus repuestos se realizará en tiendas seleccionadas, incluidas las nuevas tiendas de divisas. La instalación y el montaje será realizado por entidades especializadas del Gobierno.

“Debido a la costosa tecnología y a las condiciones requeridas para su despliegue, esta será una alternativa más viable para los empresarios privados que tienen un alto consumo de energía”, ha afirmado Tatiana Amarán Bogachova, directora general de electricidad del Ministerio de Energía y Minas (Minem), según un reporte de Deutsche Welle.

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