A pesar de los llamados internacionales a respetar los derechos humanos, Cuba cerró noviembre con un nuevo incremento en la cifra de presos políticos. Según el más reciente informe de la organización Prisoners Defenders, la isla sumó 19 nuevos encarcelamientos por motivos políticos, alcanzando un total de 1.192 personas privadas de libertad por razones de conciencia.

La ONG advierte que esta actualización confirma la continuidad de un patrón represivo que se intensifica a medida que la crisis económica y social se profundiza. Su presidente, Javier Larrondo, explicó que los expedientes revisados muestran violaciones reiteradas, entre ellas desapariciones forzadas, ausencia de tutela judicial, incomunicación y procesos plagados de irregularidades.

Larrondo señaló que el régimen utiliza figuras penales ambiguas como desacato, desórdenes públicos o desobediencia para encarcelar a ciudadanos que expresan inconformidades, participan en protestas o simplemente critican la gestión gubernamental. “En Cuba se ejerce un terrorismo de Estado”, afirmó, al describir un clima de intimidación que afecta a trabajadores, profesionales, jóvenes, personas vulnerables y activistas.

Uno de los aspectos más graves señalados por Prisoners Defenders es la situación de los menores procesados por motivos políticos. La organización registró 33 adolescentes condenados: 10 continúan en prisión y otros 23 están bajo medidas de libertad restringida que, según Larrondo, “no equivalen a una libertad real”, pues permanecen vigilados y bajo amenaza constante de ser devueltos a la cárcel.

Las condiciones de reclusión representan otro punto crítico. El informe documenta hacinamiento, insalubridad extrema, mala alimentación, falta de atención médica y castigos frecuentes, además de diversos tipos de tortura. En total, 461 presos padecen enfermedades graves y 41 presentan trastornos mentales severos, sin acceso adecuado a tratamiento.

El estudio también analiza la repercusión que aún tienen las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en el panorama represivo. De los 1.192 presos políticos actuales, 743 están relacionados con aquellas manifestaciones: 409 continúan en prisión y 334 cumplen sanciones fuera del sistema penitenciario, pero bajo estrictas condiciones y vigilancia. El resto de los casos corresponde a activistas y manifestantes encarcelados después de 2021.

Asimismo, la ONG subraya el aumento de la persecución contra organizaciones independientes, artistas y creadores críticos. “Numerosos artistas han sido encarcelados o sometidos a procesos penales por su obra o participación en protestas pacíficas”, comentó Larrondo.

El dirigente también cuestionó el respaldo diplomático que el régimen sigue recibiendo desde Europa, señalando a figuras como Federica Mogherini, Pedro Sánchez y Josep Borrell, a quienes atribuye trabas a políticas internacionales de presión.

Prisoners Defenders concluye que Cuba se mantiene entre los países con peores indicadores en materia de represión: segundo lugar mundial en tasa de población penal, primero en casos de detención arbitraria señalados por el grupo de trabajo de la ONU y cuarto en acciones urgentes por desaparición forzada.

Fuente: Infobae

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