Un video que se ha hecho viral en redes sociales muestra una imagen tan conmovedora como insólita: un hombre del municipio Sagua de Tánamo, en la provincia de Holguín, bajando una vaca por una escalera de hierro para resguardarla de la crecida del río tras el paso del huracán Melissa.

La escena, grabada por vecinos del lugar, ocurrió durante las intensas lluvias que azotaron la región oriental de Cuba, dejando inundaciones, viviendas dañadas y cultivos arrasados. Pero más allá del impacto visual del video, el gesto de este campesino revela una realidad que viven miles de cubanos en las zonas rurales: la lucha diaria por proteger lo poco que tienen, no solo de los embates del clima, sino también del robo.

Según se comentó en redes, el propietario decidió subir la vaca hasta el interior de su vivienda utilizando una empinada escalera de hierro. La decisión, aunque extrema, tenía una lógica muy clara: no podía dejar al animal en los potreros ni en terrenos más altos porque corría el riesgo de que se la robaran.

El hurto y sacrificio ilegal de ganado es una práctica generalizada en Cuba, impulsada por la escasez de alimentos y la falta de control estatal. La carne y los productos lácteos son bienes cada vez más difíciles de conseguir, y los campesinos se ven forzados a proteger con desesperación a los animales que garantizan su subsistencia.

En este caso, la vaca representa mucho más que un simple animal: es la fuente de leche para el dueño y su familia, el sustento que les permite sobrevivir en medio de la crisis. Por eso, tras varios días sin dormir y con el corazón en vilo, el hombre decidió hacer lo imposible: subir a su vaca a salvo dentro de su casa.

“Después de días sin dormir, con mi corazón y mucho dolor de cabeza, creí que había visto todo, pero mira el video”, escribió quien compartió la grabación, que rápidamente generó cientos de reacciones. Muchos usuarios destacaron la valentía del campesino y la precariedad de la situación que enfrenta el campo cubano.

Las imágenes muestran al hombre guiando con paciencia al animal por los peldaños, mientras vecinos observan con asombro. Algunos comentarios señalaron que el hecho no solo refleja el ingenio del cubano ante la adversidad, sino también el miedo constante que impone la inseguridad rural.

A pesar de los anuncios oficiales, los robos de ganado continúan aumentando en todo el país. En comunidades como Sagua de Tánamo, los campesinos aseguran que las denuncias rara vez se investigan y que, en muchos casos, los ladrones actúan con total impunidad.

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