Humorista Ulises Toirac no se calla y arremete contra los lujos de los herederos de la élite política en Cuba: 'Impunidad'
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 7 de diciembre de 2024
Ulises Toirac, conocido por sus reflexiones críticas sobre la realidad de la Isla, ha compartido una contundente opinión sobre los privilegios y la opulencia que rodean a los descendientes de los líderes del gobierno cubano. Su extensa publicación -que se ha viralizado en Facebook- señaló la incongruencia entre el discurso político cubano, que exalta la austeridad y el sacrificio, y los estilos de vida opulentos que exhiben algunos descendientes de la cúpula gobernante, como el hijastro de Miguel Díaz-Canel y Sandro Castro, nieto de Fidel Castro.
"La molestia con el hijastro de… y con el nieto de… no es envidia ni 'operación mediática enemiga para dañar a la Revolución'", comenzó diciendo Toirac, refiriéndose a las justificaciones habituales del gobierno ante las críticas.
"Es simplemente que los gobernantes de este país, por exigencias históricas de su propio partido, que enarbolan a manera de guillotina sedienta contra todos los demás (salvo con la cúpula y aún así es usada como 'pase de cuentas' esporádicamente), dicta que no son millonarios, ni pueden manejar grandes sumas de dinero personal, ni pueden tener negocios".
Entonces ¿De dónde sale el dinero?
El comediante apuntó que no solo ellos, sino que se supone que "sus descendencias" tampoco presuman de eso.
"Sus descendencias tampoco, porque ese dinero sale del que me roban a mí por miles de vías (y a ti, y a "el bocadito de heladooo" y al puestero y a la anciana que no le alcanza su pensión para comprarse el almuerzo de la primera semana) o del soborno indirecto a sus papás. Porque vamos a quitarnos la careta: como ya dije, de donde único pueden salir esos dineros es del robo o del soborno".
El humorista no se limitó a señalar el problema, sino que además lo analizó desde una perspectiva histórica y moral.
"Ellos no nacieron en cuna de oro. O no debieron nacer, porque el oro de esas cunas sería mal habido, sacado de las arcas del estado para uso personal", denunció, insistiendo en que esas riquezas solo podrían justificarse mediante actos de corrupción.
El humorista comparó la situación actual en Cuba con lo ocurrido en la antigua Unión Soviética, donde tras la disolución del bloque socialista, muchos miembros del Partido Comunista se convirtieron en millonarios aprovechando su posición de poder previo al desplome.
Toirac también señaló que el sistema político y legal cubano ha sido diseñado para proteger a la élite del poder, mientras castiga severamente a quienes cuestionen su autoridad.
"Se hacen leyes para el que 'levante la voz' de una manera que no les cuadre, y en esas leyes se incluye un rango de castigos en consonancia con la importancia del cargo al que se refiera el 'protestante', pero no se hacen leyes para encausar, investigar y sentenciar a personajes del gobierno o del partido (igual por su ringo-rango) o sus descendencias que tengan una vida opulenta y empresas de ningún tipo".
En su aguda reflexión, Toirac lamentó la ausencia de mecanismos de control, partidos políticos de oposición y de un periodismo verdaderamente independiente que puedan equilibrar el poder en Cuba: "En Cuba desde las leyes hasta el periodismo, han sido moldeados durante años"; a lo que se suma que "no existen partidos políticos que ofrezcan equilibrio ni líderes de opinión o ideología porque se le ha aplicado política de 'tierra arrasada' a todo ello".
Sentenció: "El mismo mecanismo que impide la crítica a decisiones autocráticas y pronunciamientos disparatados restringe la posibilidad de impugnar los preparativos de una oligarquía que nace en el seno de la sociedad. No existe la oposición. Prohibido el balance. Impunidad".
Esta falta de balance, según el humorista es la raíz de la impunidad que permite a algunos privilegiados enriquecerse, mientras la mayoría de los cubanos lucha por sobrevivir en condiciones precarias. "De a Pepe Coj... y sin grasa", concluyó el humorista con ironía, reflejando el sentimiento de impotencia de muchos cubanos, el sacrificio impuesto al pueblo frente a la desfachatez de la élite.
El fuerte mensaje de Ulises Toirac -directo y serio como nunca antes- cuenta al cierre de esta nota con miles de reacciones y cientos de comentarios de internautas que, en su mayoría, han expresado estar de acuerdo con el humorista y lo han calificado de valiente.
Varios comentaristas coincidieron en apuntar que sus reflexiones ponen en evidencia una de las mayores contradicciones del régimen cubano: un discurso de igualdad y justicia social que contrasta con el creciente abismo entre el pueblo y los hijos de la cúpula del poder.
Estas críticas de Toirac encuentran un antecedente directo en su postura sobre la fiesta organizada por Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, para celebrar su cumpleaños este jueves en el bar EFE, de su propiedad. El evento, anunciado con bombo y platillo en medio de la grave crisis económica que atraviesa la Isla, ha provocado un amplio rechazo social.
En una publicación previa en redes sociales, Toirac cuestionó con ironía qué dirían sus seguidores si él aceptara ser artista invitado a la fiesta de Sandro. En el apartado comentarios dejó clara su postura ética: "Hay cosas que no se hacen, pasos que no se dan, chistes que no entran en el repertorio. Aunque sea lo único a lo que agarrarse para comer. ¡NO!".
En los últimos años el humorista ha utilizado constantemente su plataforma para criticar las políticas del gobierno, lo que le ha costado la suspensión de varias de presentaciones artísticas, según ha denunciado.
Ulises Toirac critica la opulencia de los descendientes de la élite gobernante porque considera que es una contradicción con el discurso oficial de austeridad y sacrificio que promueve el gobierno cubano. Señala que estos estilos de vida lujosos solo pueden explicarse a través de actos de corrupción o mal uso de los fondos del estado.