La desesperación por la falta de libertades, la escasez y las condiciones precarias de vida en Cuba volvió a expresarse en las calles en el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Así lo denunció María Carla Rivero Veloz, hija de la actriz Coralita Veloz, desde el perfil de la Casa de Maka, quien documentó y convocó a la protesta mundial prevista para el 10 de diciembre en diferentes ciudades del mundo, incluyendo Miami.

En su mensaje, Rivero destacó que los cubanos han salido a manifestarse pese a los apagones, la escasez de alimentos y la represión constante, condiciones que han transformado la miseria en parte de la rutina diaria. “Lo que es difícil, lo verdaderamente duro, es estar allí. Es ser madre y no saber qué le vas a dar de comer a tus hijos. Es ser un anciano y no tener medicamentos, ni siquiera un pedazo de pan”, dijo Maria Carla Rivero, describiendo la gravedad de la situación que enfrenta la población en la isla.

La activista enfatizó que el coraje de los cubanos que se movilizan en las calles, aun sabiendo los riesgos que implica protestar en un país donde alzar la voz puede costar la libertad o incluso la vida, constituye un acto de valor y dignidad. “A todos los que están allá, a los que salen a la calle sabiendo que pueden perderlo todo, a los que lloran en silencio porque sienten mucho miedo, quiero que sepan que no están solos”, señaló Rivero, haciendo un llamado a la solidaridad internacional.

La manifestación en el Día de los Derechos Humanos, se llevó a cabo en el Versalles, Miami, convocada por José Daniel Ferrer, con el objetivo de exigir la liberación de todos los presos políticos y el fin del régimen Castro-Canel.

Además, la protesta tuvo alcance internacional, con acciones coordinadas en varias ciudades y países, siguiendo la idea de una protesta mundial en defensa de los derechos fundamentales de los cubanos.

Rivero subrayó que desde fuera de Cuba, quienes cuentan con libertad de expresión tienen la responsabilidad de no permanecer en silencio. “No callarnos, porque aunque no estemos viviendo ese infierno en carne propia, Cuba siempre seguirá siendo nuestra herida abierta”, afirmó, reforzando la necesidad de mantener la presión internacional sobre la situación en la isla.

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